Hijos ilegítimos que incomodan a reyes y reinas
Jaime Peñafiel nos habla esta vez de esos injustos ignorados para el común de los mortales, a quienes, para evitar el escándalo, se les ha negado su verdadera condición de hijos con mayúscula, según sus palabras
Coincidiendo con la muerte, el 8 de octubre, de Albert Solà, más conocido mediáticamente como el hijo ilegítimo de don Juan Carlos, se ha despertado el morboso interés por los presuntos descendientes ilegítimos de la realeza.
Tuve la oportunidad de conocer a Solà y de debatir con él en un programa de Telecinco, después de que el buen hombre publicara su libro 'El monarca de La Bisbal' (Ediciones B), nombre con el que se referían a él en esa localidad gerundense, donde vivió más de dos décadas.
Recuerdo muy bien que le pregunté si sabía lo que había sucedido el año de su nacimiento, 1956, en la vida de su presunto padre. Ante su ignorancia le aclaré que don Juan Carlos, con 18 años, no sólo estaba de cadete en la Academia General Militar de Zaragoza, sino que ese año se produjo la muerte de su hermano, el infante Alfonsito, por el disparo ocasional de la pistola que manejaba Juan Carlos mientras jugaban en Villa Giralda.
"¡Como para dedicarse a echarle un polvo a tu madre!", le puntualicé. El pobre, desconcertado, guardó un embarazoso silencio.
Los supuestos hijos de Juan Carlos, el rey emérito
Durante varios años Solà escribió ¡¡¡90 cartas!!! a Juan Carlos, quien sólo respondió a una, en la que le pedía ayuda para que su madre adoptiva pudiera entrar en un geriátrico. "Me llegó una carta de la Casa de su Majestad, que ponía: “Respuesta a la carta del 27 de abril del 2007, despachado por Su Majestad”. Y estaba firmada por Sáenz de Heredia, el número dos de la Zarzuela", explicó Solà, que afirmaba, como si fuera una prueba irrefutable de lo que defendía, lo siguiente: "Un familiar del Rey que vive en Bélgica, creo que se llama Vicente Montpellier, me localizó y me llamó primo desde el primer momento".
Albert no es el único que decía ser descendiente de don Juan Carlos. La belga Ingrid Sartiau asegura, como él, ser hija del emérito. Al parecer, su madre mantuvo una relación con Juan Carlos en los años 50. La niña nació en 1966 y en el 2012 su madre le aseguró que su padre era el Rey aunque su demanda de paternidad en el 2015 fue rechazada "por contradicciones".
Carlos III y Camilla, ¿padres de Simon?
Lo de los hijos ilegítimos afecta a todos los royals. Incluso al rey Carlos III y a su esposa, Camilla. Estos días ha vuelto a aparecer un nombre que no es nuevo, Simon Dorante-Day, de 56 años, nacido en Australia, que asegura tener pruebas que acreditan que es hijo de los actuales reyes del Reino Unido.
Según él, fue concebido en 1965, cuando el entonces príncipe tenía 17 años y Camilla, 18. El hombre, que ha solicitado cinco pruebas de ADN, fue adoptado cuando tenía 8 meses por una familia con "fuertes lazos reales". Es más, Simon ha declarado: "Mi abuela había trabajado para la reina Isabel II y me dijo abiertamente que yo era el hijo de Camilla y Carlos".
También el tío de Isabel II
Sin moverme de Inglaterra, explicaré un caso menos conocido. El del tío de la fallecida Isabel II, el príncipe George, duque de Kent.
Este apuesto Windsor era el cuarto hijo del rey Jorge V y el hecho de no tener ninguna responsabilidad real le convirtió en uno de los príncipes más díscolos de la historia británica. De ahí que, aunque se casó con la bella Marina de Grecia y Dinamarca, formando uno de los matrimonios más glamurosos del momento, se enamorara de la socialité norteamericana Kiki Preston, cuya adicción a las drogas le hizo ganarse el apodo de "la chica de la jeringa de plata".
Y precisamente con ella, según publicaron los medios de entonces, habría tenido en 1926 un hijo, Michael Temple Canfield, que sería adoptado por el editor estadounidense Cass Canfield, y se convirtió en el primer esposo de Lee Radziwill, hermana de Jackie Kennedy.
Y otra de sus amantes más conocidas fue la novelista romántica Barbara Cartland, la dama rosa, que siempre aseguró que él era el padre de su hija Raine McCorquodale. ¿Les suena el nombre? Probablemente, sí, porque se trata de la segunda esposa del Conde Spencer, la mujer que se convirtió en la madrastra de la princesa Diana, a la que ella y sus hermanos llamaban Acid Raine (lluvia ácida).
Y antes de acabar, una pequeña anécdota que nos recuerda que el tema de supuestos hijos y bastardos reales no es nuevo. Y para muestra un botón. El 8 de enero de 1813, antes de morir, la reina María Luisa de Parma, esposa del rey Carlos IV, desveló a su confesor, fray Juan de Almaraz: "Ninguno de mis hijos lo son del rey, y que el Señor me perdone".