Tamara Falcó e Íñigo Onieva celebran su primer año de amor: este es el objetivo que les falta por cumplir
El próximo 8 de julio la pareja celebra su primer aniversario como matrimonio tras un noviazgo marcado por las polémicas

Tamara Falcó e Íñigo Onieva celebran su primer año como casados.
Hace un año que Tamara Falcó e Íñigo Onieva eran protagonistas de lo que muchos ya han denominado como "la boda del milenio". Mañana 8 de julio se cumple un año desde que la pareja se dio el "sí, quiero" en una bonita ceremonia que capturó la atención de todos los medios.
La boda, rodeada de polémicas y muchos contratiempos, se convirtió en uno de los eventos más comentados del año. Desde los diferentes vestidos de la novia hasta el espectáculo de drones que surcó el cielo de Toledo, el día estuvo lleno de momentos inolvidables, incluyendo el susto de la vela que casi quema a lo bonzo al propio cura.

La pareja se dio el 'sí, quiero' hace un año en El Rincón, el palacio que Tamara heredó de su padre.
Pero, hasta llegar a este punto, su historia ha estado llena de altibajos. Con una ruptura en pleno compromiso, el romance parecía haber llegado a su fin cuando Íñigo fue acusado de infidelidad. La noticia se propagó rápidamente y la opinión pública no tardó en juzgar, convirtiendo su vida personal en un gran espectáculo mediático.

El día de la boda de Íñigo y Tamara, posando también con su madre y su hija Alejandra.
Sin embargo, tras un período de reflexión y muchas oraciones, Tamara decidió perdonar a Íñigo. Una decisión que, aunque pilló a muchos por sorpresa, también fue vista como un acto de amor y fe, características que definen a la marquesa.
A pesar de las dudas iniciales sobre el futuro de su relación, la pareja siguió adelante con su compromiso, demostrando ser el inicio de una nueva etapa para ambos.

Tamara Falcó e Iñigo Onieva disfrutan de su matrimonio.
A partir de ahí, la vida matrimonial de la pareja en su nuevo hogar, un lujoso ático en una urbanización cerca a Puerta de Hierro valorada en 1,5 millones de euros, parece haber estado marcada tan solo por la felicidad.
La pareja ha disfrutado juntos de numerosos viajes alrededor del mundo, momentos de complicidad y muchas aventuras gastronómicas, en especial desde que Iñigo montó su nuevo restaurante. Sin embargo, a pesar de todo esto, todavía hay un deseo que aún no han podido cumplir: formar una familia.

Tamara e Iñigo con Phillipa, la hija de Álvaro Falcó e Isabelle Junot.
La marquesa de Griñón ha sido abierta respecto a su anhelo de ser madre. Aunque en sus últimas declaraciones ha afirmado estar contenta con su vida actual y que si no llega el bebé es porque así lo quiere Dios, no ha ocultado que tener hijos es uno de sus mayores deseos.
La hija de Isabel Preysler ha explorado varias opciones médicas para conseguirlo, incluso aquellas menos aceptadas por los más religiosos. Así, Tamara no oculta estar cuidándose mucho para favorecer todo este proceso.

Tamara Falcó y su marido Iñigo Onieva en la inauguración del restaurante.
Por ello, los rumores sobre un posible embarazo no paran de aparecer. Cada vez que Tamara muestra una ligera barriga en alguna foto, las especulaciones no se hacen esperar. El último episodio ocurrió el pasado mes de junio, pero tuvo que desmentir la noticia.

Cualquier foto en la que la barriga de Tamara es la protagonista, hace correr los rumores.
Por su parte, Iñigo ha sido más discreto sobre el tema de la paternidad, aunque Tamara ha asegurado que a ambos les gustaría tener una familia numerosa. Han expresado su deseo de tener al menos tres hijos, pero hasta ahora, ese sueño no se ha hecho realidad.
Antes de embarcarse en su luna de miel, tuvieron que vacunarse para visitar algunos de sus destinos, lo que también retrasó sus planes.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó viven en Madrid, felizmente enamorados.
A pesar de todo, Tamara e Iñigo continúan disfrutando de su vida juntos, mientras celebran su primer año de matrimonio, manteniendo la esperanza de que pronto puedan añadir un nuevo miembro a su familia.