Antonio González El Pescaílla hubiera cumplido 100 años: su interesante vida
Más allá de ser el marido de Lola Flores, Antonio González El Pescaílla fue un pionero de la rumba catalana y uno de los guitarristas más innovadores de su época

El Pescaílla
Se han cumplido 100 años del nacimiento de este artista al que la gente conocía por ser el marido de Lola Flores, pero que fue bastante más: uno de los inventores del “ventilador”, excepcional guitarrista y un músico adelantado a su tiempo, Antonio González El Pescaílla.

Con Lola Flores al inicio de su relación.
Antonio González Batista nació el 3 de marzo de 1925 en el número 8 de la calle Fraternitat del barcelonés barrio de Gracia, donde hay una placa de homenaje al que muchos consideran uno de los creadores de la rumba catalana.
Su abuelo, Manuel González, fue un gitano de Murcia afincado en la Ciudad Condal. Vendía pescado en la Barceloneta y tocaba la guitarra en tablaos de la Rambla. Uno de sus hijos, Antonio, al que apodaban "El pescadilla" porque era muy alto, se casó con Antonia Batista y se instalaron en el barrio de Gracia, donde nacerían los cinco hijos del matrimonio: Manuel, Baldomero, Antonio, Juan y Josefa.

Portada de uno de sus discos.
Al igual que sus hermanos varones, Antonio González El Pescaílla ayudaba a la paupérrima economía familiar vendiendo pescado, pero su pasión era el flamenco y aprendió a tocar con su padre, un excelente guitarrista. Ambos actuaban en el Charco la Pava, una bodega taurina que se abrió en 1939 en la calle Escudellers (muy cerca de la Rambla) y que, en aquellos años grises y duros de la posguerra española, se convirtió en lugar de peregrinaje de los grandes del flamenco. Por allí pasaron la Chunga; Antonio Montoya, "Farruco"; Carmen Amaya; Juan Carmona, Habichuela y Rafael Farina, entre otros, en actuaciones que deleitaron a famosos como Dalí, Miró o la actriz americana Ava Gardner.
Guapo, guitarrista, cantante y bailarín

Siempre estuvo a la sombra de su carismática mujer.
Las actuaciones de Antonio González El Pescaílla causaban sensación porque era un guitarrista vibrante y un músico innovador adelantado a su tiempo (mezclaba rumba con bolero, música brasileña e incluso rock). También era un hombre guapo que sabía cantar y bailar, de gran fineza y con una simpatía que se ganaba al público.
"Era un genio que igual te tocaba flamenco que te bailaba por derecho y te cantaba haciendo la sección de metales con la boca", contaría años después su sobrino Manuel González, "El Patata", rumbero y colaborador de Gato Pérez. Según él, sería Antonio (heredó el apodo de su padre, aunque popularmente lo hemos conocido como "El pescaílla") y sus hermanos quienes sacarían el patrón rítmico llamado "el ventilador", que define a la rumba catalana, aunque sería Peret quien figuraría como el rey de ese ritmo.

Antonio acompañó al altar a su primogénita, Antonia, fruto de su primera unión por el rito gitano con Dolores Amaya (en la foto).
Actuando en el Charco, Antonio se enamoró de Dolores Amaya, una jovencísima bailaora sobrina de la gran Carmen Amaya. Se casaron por el rito gitano y, en 1955, nació Antonia, la primera hija del músico, que acabaría siendo también bailaora. Para entonces, Antonio González ya tocaba en tablaos y saraos madrileños, donde lo contrató Manolo Caracol para su compañía. Allí estaba la artista jerezana Lola Flores, que mantenía un apasionado y complicado romance con Caracol.
También formaba parte del elenco la bailaora Carmen Santos, también de Jerez y novia del hermano pequeño de Lola Flores, Manolo, hasta que éste murió de peritonitis. Después, Carmelita conoció al Pescadilla y Antonio dejó a su familia de Barcelona para unirse a ella. Su relación no cuajó, porque la Faraona también se había fijado en el catalán.
Se casó con Lola ya embarazada

El día de su boda con Lola Flores en El Escorial.
Ya distanciada de Caracol, Lola contrató a Carmelita y a Antonio, al que colmó de atenciones y regalos. Pero la bailaora se había quedado embarazada y, cuando la gestación fue evidente, tuvo que dejar la compañía.
Lola se fue con González por trabajo a Mallorca y después a Venecia, donde le comunicó que ella también estaba embarazada. González tuvo que elegir entre las dos y se quedó con Lola. Se casaron el 27 de octubre de 1957 en una ceremonia celebrada de madrugada en el monasterio de El Escorial. Siete meses después, nació Lolita, primera hija de la pareja. Instalados en Madrid, en 1961 nació Antonio y Rosario llegó en el 1963.

El matrimonio con sus tres hijos, Lolita, Antonio y Rosario, cuando eran niños.
Tras casarse, hicieron la película 'María de la O' (1959) y protagonizaron juntos varios espectáculos. Más adelante, él sacó un par de discos en el sello Belter. Famoso por adaptar a su estilo canciones ajenas o populares (solo compuso dos temas), entre sus interpretaciones destacaron 'Sarandonga', 'Cada vez que tú me miras', 'Levántate', 'Stranger in the Night' o 'Sabor a mí'.

Bailando con Lolita en El Lerele.
Pero el temperamento volcánico y el gran carisma de Lola Flores taparon el carácter tranquilo de González, que asumió un segundo plano. Reapareció en solitario en 1980 en el famoso tablao de Los Canastos y, en 1989, la Fiscalía lo implicó en el juicio contra Lola Flores por defraudar a Hacienda (acabó exonerado) y en una revista salió una entrevista con Juan, el hijo de Carmen Santos al que no reconoció.
Grandes pérdidas

La muerte de su hijo lo sumió en un gran dolor
El gran dolor llegó en mayo de 1995. Primero falleció su esposa, Lola Flores, y, 15 días más tarde, su hijo Antonio Flores murió en la cabaña que tenía en El Lerele, la casa familiar.

El Pescaílla con Lolita y Rosario Flores.
No superó aquellas pérdidas y, meses después, se supo que sufría una enfermedad hepática irreversible de la que, tras un cáncer de colon del que fue operado, fallecería el 12 de noviembre de 1999 en su casa, a los 74 años.
Sus restos descansan en el cementerio madrileño de La Almudena junto con los de su mujer y su hijo.