Daniel Sancho estaría recibiendo regalos en la cárcel de la mujer de su vida
Aunque la distancia y la edad les separan, el vínculo entre Daniel Sancho y su abuela Noela sigue siendo tan fuerte como siempre
Noela Aguirre: La persona más importante en la vida de Daniel Snacho
Noela Aguirre, viuda de Sancho Gracia y abuela paterna de Daniel.
A lo largo de los años, Daniel y Noela han mantenido una relación muy especial. Descrito por los allegados de la familia como el "ojito derecho" de su abuela, el joven siempre ha mostrado un cariño y admiración profundos hacia ella, a quien considera un pilar en su vida. Tanto es así, que Daniel vivía con su abuela en Madrid, mientras que su padre Rodolfo Sancho, ha estado viviendo los últimos años en Fuerteventura con su pareja, Xenia Tostado, y su hija en común.
Noela, por su parte, ha sido una de las personas que más ha influido en la vida del joven, por lo que la distancia que hay ahora entre ambos es muy dura para los dos. Aunque abuela y nieto pudieron hablar en una ocasión a través de videollamada mientras el joven aun esperaba su sentencia, Noela echa mucho de menos a su nieto y no pierde la esperanza de que Sancho pueda cumplir sentencia en España para poder estar más cerca de el.
Aunque por su avanzada edad le resulta imposible viajar hasta Tailandia para verlo, Noela cuida a su nieto como puede. Continuamente le envía regalos que son esenciales para Daniel en estos momentos de aislamiento. Entre esos regalos destacan libros tanto en inglés como en castellano, una forma de ayudarle a llenar sus largas horas de reclusión. La lectura permite a Daniel escapar momentáneamente de su realidad y se ha informado de que el español se ha interesado por autores como Edgar Allan Poe o Alejandro Dumas.
Daniel Sancho sigue adelante con el apoyo de su abuela
Daniel Sancho está en una terrible prisión de Bangkok.
Según su entorno, Daniel está haciendo todo lo posible por mantenerse ocupado, leyendo, practicando deporte y aprendiendo tailandés, y para evitar problemas dentro del penal. Mientras tanto, Noela sigue enviando sus regalos con la esperanza de que su nieto, aunque lejos, sienta su cercanía y apoyo.