Entrevista a Karina: "Ahora mismo no estoy abierta al amor"
La cantante se desnuda en su biografía y recuerda a su familia, sus sueños y deseos
Karina se ha sincerado como nunca en sus esperadas memorias.
Acaba de celebrar su 76º aniversario por todo lo alto. Rodeada de su familia, triunfando en Instagram, lanzando un nuevo tema musical y publicando sus memorias, 'Aquel tiempo de entreluces' (editorial Samarcanda), donde Karina hace un repaso a su vida.
Escritas por José Antonio Gómez en colaboración con Fermín Ortiz, productor musical de la artista, la biografía nos descubre a María Isabel Llaudés Santiago, más conocida como Karina.
PRONTO: Celebras tu cumpleaños con una biografía.
KARINA: Sí, no puedo quejarme. Rodeada de mis hijas y mis tres nietos y con mis memorias. Creo que era el momento de publicarlas, porque mi vida artística se va acortando.
P.: ¿Por qué el título 'Aquel tiempo de entreluces'?
K.: Porque la vida no siempre brilla. Hay momentos de mucha luz y otros oscuros, alegrías y tristezas.
Karina quería ser cantante y a los 14 años decidió presentarse a varios concursos en la radio, en Madrid.
"Durante muchos años tuve la esperanza de volver a mi tierra"
P.: Tus memorias empiezan en tu infancia. ¿Qué recuerdas de ella?
K.: Gracias a Dios, fue muy bonita. Recuerdo mis primeros pasos, en mi Jaén natal, donde estuve hasta los 12 años. Los sábados y domingos solía ir al cine sobre todo a ver musicales. También recuerdo a mi madre, una mujer bellísima que cantaba muy bien, a mi padre, que estaba muy enamorado de ella, y a mis hermanos, que eran dos trastos, ja, ja, ja.
P.: ¿Cómo viviste el cambio de Jaén a Madrid?
K.: Mi abuelo tenía un negocio de pieles que quería ampliar y decidimos trasladarnos a Madrid. Fue muy duro. Nos instalamos en un barrio obrero, con gente maravillosa que nos ayudó muchísimo, pero me costó mucho adaptarme. Durante muchos años tuve la esperanza de volver a mi tierra.
La joven se hizo un hueco en el mercado discográfico de comienzos de los 60 en España.
"Me habría gustado hacer más cine"
P.: Tu abuelo fue uno de los últimos de Filipinas, 50 soldados que resistieron un año en una iglesia hasta que se rindieron al descubrir que España ya había perdido la guerra contra Estados Unidos. ¿Qué recuerdas de él?
K.: Fue uno de los pocos que regresó de Filipinas, de donde vino sordo por un disparo que le rompió el tímpano. Era serio y muy trabajador. Vivía para su familia, pero, sobre todo, para su trabajo.
P.: En el libro también hablas de tu padre. ¿Qué relación mantenías con él?
K.: Me llevaba muy bien, pero le di el disgusto de su vida cuando le dije que quería dedicarme al mundo artístico. De hecho, lloraba cuando sabía que iba a televisión y no quiso verme en la pantalla hasta 'Pasaporte a Dublín', el programa en el que me eligieron para Eurovisión.
P.: Y de la música al cine...
K.: El salto al cine vino a raíz del éxito de la canción 'Romeo y Julieta'. Me llamaron para hacer un papel en 'Los chicos del Preu', protagonizada por Emilio Gutiérrez Caba y María José Goyanes. Me habría gustado hacer más cine, porque soy una enamorada de él, pero la vida me llevó por otros derroteros.
En abril de 1971, representó a España en el Festival Internacional de la Canción de Eurovisión, celebrado en Dublín, con el tema 'En un mundo nuevo', y logró un meritorio segundo lugar.
"Mis nietos son mi vida, mi aire y mi ilusión"
P.: ¿Lo mejor y lo peor de escribir tus memorias?
K.: ¿Lo mejor? No ocultarme ni disfrazar la realidad. Ha sido una terapia fenomenal. Lo peor, volver a recordar cosas que duelen.
P.: Te has casado tres veces. ¿Estás abierta al amor?
K.: Legalmente, me he casado dos por la Iglesia y tuve otras dos ceremonias sin valor legal, con Juan Miguel y Miguel León. Ahora mismo no estoy abierta al amor. Me he enamorado, me han querido, me han destrozado el corazón... He pasado por todas las fases ya, ja, ja, ja.
P.: Si volvieras atrás, ¿cambiarías algo de tu vida?
K.: Posiblemente, no me habría dedicado a la música. ¡Fíjate lo que digo!
P.: ¿A qué, entonces?
K.: No lo sé... La música me ha dado muchas satisfacciones, ¡qué duda cabe! Pero es una vida muy inestable. Quizás me habría dedicado a la decoración de interiores, me encanta.
P.: Hace poco dijiste que te gustaría participar en el Benidorm Fest.
K.: Sí, presenté la canción 'Ni galáctica ni sideral', que ha salido en Spotify y va de los plantones, ja, ja, ja.
P.: Después de este tema, ¿habrá nuevo disco?
K.: Hoy en día, la industria discográfica ha cambiado tanto... Son los sellos discográficos quienes han de lanzarlos. Si mi canción se escucha un poquito y alguien se anima y quiere sacar un disco, fenomenal.
P.: Hace poco tus nietos fueron a verte cantar. ¿Qué relación tienes con ellos?
K.: Mis nietos son mi vida, mi aire y mi ilusión. No habría nada que no hiciera por ellos. Me recuerdan tanto a cuando mis hijas eran pequeñas... Es como si todo volviera y el tiempo no hubiese pasado.
Con sus hijas, Rocío y Azahara, y su nieto mayor, Iker, hijo de la primera. Azahara la hizo abuela por segunda vez hace cinco años.
"Sé que esto tiene fecha de caducidad, pero lo estoy disfrutando mucho"
P.: ¿Y las redes sociales? Te siguen casi 74.000 personas en Instagram.
K.: Sí, y lo agradezco mucho. A estas alturas, es un regalo.
P.: ¿Cómo vives este resurgir artístico?
K.: Tranquila. Sé que esto tiene fecha de caducidad, pero lo estoy disfrutando mucho. Incluso más que cuando era joven.
P.: Adelántanos algún futuro proyecto.
K.: Estoy preparando una especie de biografía para el teatro. Si todo va bien, volveré a los escenarios en primavera.
P.: ¿Qué le pides al 2023?
K.: Me gustaría ir al Benidorm Fest como invitada para desearle mucha suerte a quien nos represente, y cantar allí 'En un mundo nuevo', la canción que llevé a Eurovisión en 1971.
