Pedro Ruiz: "Estoy abierto al amor, pero soy bastante insoportable"

La risa es buena medicina en tiempos convulsos y Pedro Ruiz lo sabe mejor que nadie. Por eso empieza el año con un nuevo espectáculo, "Loc@s. Reír nos cura". "Está inspirado en el espíritu de la Transición –cuenta–, cuando todos nos llevábamos bien. Hay que recuperar la empatía, no puede ser que los prejuicios ahoguen el talento".

"Salgo del teatro más divertido de lo que entro"

PRONTO: Napoleón tiene un papel principal en el "show"... 

PEDRO RUIZ: Porque, de pequeños, cuando se hablaba de un loco se hacía referencia a ese personaje. Por eso hay un traje de Napoleón sobre el escenario, como diciendo: esto va de locos. Todos tenemos cosas en común y cada uno su pequeña locura.

P.: ¿Alguien se verá criticado en el espectáculo?

P.R.: No tengo la intención de faltar a nadie. El espectáculo es ácido, con humor y ternura. 

P.: Y sigues sin cebarte con los políticos.
P.R.: He decidido ignorarlos, no se merecen mi atención. 

P.: ¿Es bueno tener un punto de locura en tiempos de pandemia?
P.R.: A veces, al microbio lo cura la locura. Si no tienes capacidad para fugarte de lo que está pasando... la gente está entrando en depresión. Y, entre otras cosas, mi espectáculo está concebido pa- ra curarme a mí mismo. Salgo del teatro mucho más divertido que como entro.

"Desde joven tuve claro que no quería hijos"

Pedro reconoce que "vivo esta pandemia casi sin enterarme, porque la he pasado confinado en mi casa de las afueras de Madrid, entre nieve y hielo. Por no poder, no puedo ni nadar en mi piscina, como suelo hacer todos los días del año, porque está congelada. La vida es una larga soledad mal disimulada. Con amor, las penas pesan la mitad y las alegrías son el doble. Pero encontrar un amor de verdad y duradero cuesta una fortuna".

P.: ¿No será que estabas tan apegado a tu madre que siempre la comparas con tus parejas? 

P.R.: No, claro que no. En mi actitud con mi madre no existe ni un ápice de Edipo ni de enmadramiento. Sin embargo, el que no cuida a su padre y a su madre ya te dice lo que va a hacer contigo: despreciarte.

P.: Llevas años sin pareja... 

P.R.: Dentro de nada abriré otra vez las oposiciones de mi corazón, pero los exámenes son difíciles porque soy bastante inaguantable, desde el punto de vista de que tengo los criterios muy firmes. No estoy cerrado a encontrar pareja, sino todo lo contrario, estoy abierto. Pero todos somos exigentes, ellas y nosotros. Y, si alguien merece la pena, puedo renunciar a mis criterios, ceder en los modos, pero no en los principios. 
 

P.: ¿En algún momento de tu vida has echado de menos ser padre? 

P.R.: No, respeto muchísimo a los que lo sois, pero yo tuve muy claro desde muy joven que no quería tener hijos.