Abandonada por su padre, rechazó a Frank Sinatra... Lo que no sabías de Raffaella Carrà
El periodista español Pedro Ángel Sánchez es el autor de un libro en el que revela hechos desconocidos de la diva italiana
"Cuando quiso ser madre, su médico le dijo que no era posible"
Biógrafo Rafaella Carrá
PRONTO: ¿Cómo fue la otra Raffaella?
PEDRO ÁNGEL SÁNCHEZ: Muy diferente a la artista mediática, aunque una y otra tenían en común la libertad y la alegría. En su faceta más íntima era una mujer muy hermética, le gustaba muy poco hablar de sí misma, se rodeaba de un círculo privado muy pequeño, porque necesitaba que aquellos que estaban a su lado fueran muy leales. De hecho, su número de teléfono personal lo tenía muy poca gente. Se refugiaba en su casa de la Toscana, en un pequeño pueblo que se llama Porto Santo Stefano, donde hoy reposan sus restos mortales.
Rafaella Carrá de pequeña
P.: ¿Sufrió por el hecho de que su padre la abandonara?
P.Á.S.: Le afectó muchísimo, pero ella siempre decía que había vivido una infancia y adolescencia muy felices con sus dos "mammas", su abuela y su madre.
P.: ¿Cómo era su madre?
P.Á.S: Una precursora, fue la primera mujer que se divorció en Bolonia. Era muy moderna, aunque, al principio, no quería que su hija se dedicara al mundo del espectáculo, pero finalmente acabó apoyándola.
Rafaella Carrá con la madre Teresa de Calcuta
P.: ¿Por qué Raffaella no tuvo hijos?
P.Á.S.: En un principio, tenía miedo a quedarse embarazada porque pensaba que ser madre cortaría su carrera profesional y que el público la olvidaría. Además, tenía muy claro que, si tenía un hijo, lo cuidaría ella y, por tanto, tendría que llevárselo a todas sus giras. No lo veía claro…
P.: Pero cumplidos los 40 se planteó seriamente quedarse embarazada.
P.Á.S.: Y entonces su médico le dijo que no era posible.
P.: ¿Cómo fue su enfrentamiento al puritanismo italiano de la época?
P.Á.S.: Ella era transgresora de forma natural, la palabra libertad siempre primó en su vida. No solamente se enfrentó al puritanismo, sino también a una sociedad patriarcal y machista, era muy valiente y protestaba contra cualquier injusticia. Fue un símbolo del empoderamiento de la mujer. Y los mensajes de sus canciones no eran por casualidad. Por ejemplo, fue la primera en cantar sobre la masturbación femenina y el respeto a los homosexuales. Lo hacía de una forma muy sutil y consiguió calar en la opinión pública.
P.: El colectivo gay la consideraba un icono.
P.Á.S.: Sí y ya en la década de los 70 muchos chavales le escribían para contarle sus problemas.
"Ganaba unos 3 millones de euros anuales"
Rafaella Carrá con Frank Sinatra
P.: ¿Algunos de sus mensajes molestaron al Vaticano?
P.Á.S.: Sí, como la canción y el baile del "Tuca, tuca", que consideraron excesivamente provocativo. Se organizó tal escándalo que llegó a temer que se truncara su carrera. Al final, hasta las monjas lo bailaban con sus alumnos en los colegios.
P.: ¿Ganó muchísimo dinero?
P.Á.S.: Fue la presentadora mejor pagada de Europa y despertó muchas envidias. Es que ganaba unos 600 millones de pesetas (unos 3 millones de euros) anuales.
P.: ¿Cómo era su relación con España?
P.Á.S.: Amaba nuestro país, presumía siempre de lo que le había dado. En todos sus programas aparecía algún artista español. Es más, poseía un piso estable en Madrid, dos apartamentos unidos en el hotel Eurobuilding.
"Tuvo muchos amantes, pero no desveló sus nombres"
Rafaella Carrá y Gianni Boncompagni, su pareja durante una década
P.: En Estados Unidos conoció a Frank Sinatra. Dicen que se enamoró de ella.
P.Á.S.: Intentó conquistarla y no lo consiguió. Sinatra era una leyenda y Raffaella no quería ser "la mujer de…".
P.: ¿Tuvo muchos amantes?
P.Á.S.: Ella dijo que sí y que eran hombres muy poderosos, pero que nunca desvelaría sus nombres. En su currículum sentimental solamente aparecen tres amores oficiales, Gianni Boncompagni, que fue su primer amor, Sergio Japino y Gianluca Bulzoni. Éste último era su secretario y vivieron un amor discreto.
Su compañero durante 10 años, Sergio Japino
P.: Raffaella estaba muy enferma, pero decidió ocultar su cáncer.
P.Á.S.: Lo escondió hasta a su gente más cercana, porque no quería que sufrieran y lo disimuló muy bien. Yo fui el último periodista español que la entrevistó y ella ya estaba enferma, pero seguía hablando de proyectos futuros. Le diagnosticaron el cáncer durante la pandemia y se fue en apenas un año.
P.: Hizo miles de entrevistas. ¿Cuál de ellas la marcó especialmente?
P.Á.S.: La que le hizo a la madre Teresa de Calcuta, a la que admiraba profundamente.