No hay vuelta atrás. Sofía Suescun y Kiko Jiménez no han podido más y han decidido tomar cartas en el asunto de Maite Galdeano después de haberla echado de la casa de la televisiva en Madrid la pasada semana. Visto el comportamiento que ha tenido su madre desde entonces, intentando entrar por la fuerza en el hogar y tras las acusaciones vertidas en varios programas de televisión, han solicitado una orden de alejamiento para curarse en salud. No quieren que se vuelva a repetir el episodio que vivieron hace unos días y que grabaron las cámaras instaladas en su vivienda.