Tamara Falcó discute con Laura Llopis, mujer de Pablo Motos, por la religión
Tamara Falcó reveló ayer en 'El Hormiguero' una tensa discusión que tuvo con la mujer de su jefe, por motivos religiosos

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'.
Como cada jueves, Cristina Pardo, Tamara Falcó, Nuria Roca y Juan del Val se sientan alrededor de la mesa de 'El Hormiguero' a debatir sobre los temas más candentes de la actualidad... y ayer, cómo no, hablaron sobre la próxima final de la Champions, que se disputarán Real Madrid y Borussia Dortmund.
Para un evento tan importante como este, muchos madridistas tiran de rituales que le dan suerte y, por ejemplo, Juan del Val desvelaba que siempre suele ir con sus amigos a ver el partido al mismo restaurante y comer lo mismo.
Tras este comentario, la conversación derivó hacia las supersticiones, momento que aprovechó Tamara Falcó para hacer pública una discusión que tuvo con Laura Llopis, mujer de Pablo Motos.

La socialité explicó que el principal motivo por el que discutieron fue por la religión, ya que ella es una ferviente devota y, al parecer, la mujer de Pablo Motos, no.
Tamara Falcó se enfrenta a la mujer de Pablo Motos por la religión

Tamara, que recientemente se ha convertido en tía del 3º hijo de su hermana Ana Boyer, aprovechaba un momento de la tertulia para dejar claro que la mujer de su jefe le parece "un poco borde", dejando boquiabiertos a todos.

"No soy supersticiosa, por mucho que insiste Laura en que la religión es una superstición. Pues no, es todo lo contrario", dijo sin miramientos la hija de Isabel Preysler, dejando a Motos extrañado. "¿Qué Laura?", le preguntaba el presentador.
"Tu mujer", sentenciaba Falcó.

"Me lo ha dicho y yo le he dicho 'no Laura, no para todo el mundo'. Y ella me ha dicho ‘sí, para todo el mundo’ y me ha cerrado la puerta", ha comentado Tamara, atónita.

Una presunta actitud altiva de su mujer que, ciertamente, no ha pillado de nuevas al presentador: "Una manera que tiene ella de decir que tiene la razón es esa: cierra la puerta y se va. Se queda con la última palabra. Es un truco bastante rastrero, tengo que decirlo", explicó Pablo Motos, dándole la razón a su colaboradora.