A sus 90 años y medio, Isabel II lleva desde antes de las fiestas lidiando con un fuerte catarro que no acaba de remitir y que, al cierre de nuestra revista, la mantenía recuperándose en su residencia de Sandringham. Este año no ha acudido a las misas de Navidad ni de Año Nuevo y, al mismo tiempo, se ha sabido que ha renunciado a un buen número de cargos representativos que pasarán a otros miembros de la familia. ¿Se estará fraguando en Buckingham la sucesión? Descúbrelo en PRONTO.