Crimen de los Urquijo: salen a la luz nuevas revelaciones en un libro
La hija del aristócrata López-Roberts, condenado como encubridor del crimen Urquijo, desmiente que Rafi Escobedo confesara el crimen
Los marqueses (segunda por la izqda. y primero por la dcha.) en la boda de su hija.
Nuevos datos sobre el crimen de los marqueses de Urquijo a raíz de un libro que arroja nuevos datos sobre su asesinato el 1 de agosto de 1980. La pareja aparecía asesinada en su casa de Somosaguas, un crimen que conmocionaba a toda la sociedad.
El principal sospechoso, y que acabó encarcelado, fue Rafael Escobedo, que se suicidó en prisión. Pero el dramático asunto contó con la participación de otros personajes, como fue el caso del aristócrata Mauricio López-Roberts, marqués de Torrehermosa, condenado a 10 años de privación de libertad en 1990, al ser considerado encubridor, tras reconocer que sabía que Rafi estaba implicado.
La hija de Mauricio, Macarena, defiende la inocencia de su padre
La hija de Mauricio, fallecido en 2014, publica el libro 'Honor' junto a la periodista Angie Calero, donde desvincula a su padre del crimen.
"Por el honor de mi padre y de los que nos suceden quiero devolverle al lugar que le corresponde. No era el personaje que los medios de comunicación le adjudicaron. Mi familia ha vivido con el caso Urquijo planeando sobre nuestras vidas durante muchísimos años, y ya es hora de cerrar ese pasado", defiende Macarena.
Macarena, la hija de Roberts (izqda.), y la autora, Angie Calero.
PRONTO: ¿Mantienes algún tipo de relación con Miriam de la Sierra, la hija de los marqueses?
MACARENA LÓPER ROBERTS: No, pero mi compañera Angie la llamó para informarle que estábamos escribiendo este libro, y le dijo que no tenía nada que comentar. Pero que se solidarizaba con lo que a mí me movía a escribirlo.
P.: ¿Y conociste al hermano, a Juan, ya fallecido?
M. L-R.: Coincidimos en actos sociales y poco más.
"A Rafi le traicionaron del todo. Pagaron justos por pecadores"
P.: Los tres hijos de Mauricio os convertisteis en víctimas colaterales…
M. L-R.: Yo tenía 12 años y mis hermanos eran más pequeños, y cada uno vivió todo de una manera muy íntima y personal. Y con mucha dignidad.