Habla una ex de Santiago Pedraz: "A mí también me dejó por mensaje después de pedirme la mano"
Sylvia Córdoba, abogada y expareja de Santiago Pedraz, ha explicado que el juez la dejó del mismo modo que ha dejado recientemente a Esther Doña
Santiago Pedraz y su expareja, Sylvia Córdoba.
Tras conocer la sorprendente vía por la que el juez Santiago Pedraz ha dejado a Esther Doña... hemos sabido que es un modus operandi habitual en el magistrado, ya que su expareja, Sylvia Córdoba, ha explicado que con ella procedió exactamente de la misma manera.
Un mensaje de WhatsApp fue el medio elegido por Pedraz para romper el compromiso con la que fuera marquesa de Griñón, apenas unos días después de pedirle matrimonio: "Nuestra relación es imposible, hablamos algún día, cuídate y besos", fueron las palabras que contenía el escueto texto que el juez de la Audiencia Nacional envió a la que iba a ser su futura mujer.
En sus primeras declaraciones tras su ruptura, ofrecidas en primicia por Pronto.es, Doña dijo ser "la primera sorprendida en la manera de actuar que está teniendo"... pero, echando la vista atrás, sabemos que no ha sido la primera mujer a la que Santiago ha dejado vía mensaje.
Sylvia Córdoba, ex de Santiago Pedraz, reconoce que a ella también la dejó por un mensaje
La abogada penalista Sylvia Córdoba fue la pareja de Pedraz antes de que este empezase a salir con Esther: el juez rompió con ella poco antes de hacer pública su relación con la malagueña.
En unas declaraciones al diario El Mundo, Córdoba ha reconocido que Santiago rompió su relación de la misma manera que acaba de hacer ahora: a través de un mensaje, sin dar la cara, y poco después de pedirle matrimonio. "A mí también me dejó por mensaje después de pedirle la mano a mi madre", explica la letrada en el citado medio, aclarando que ella, en lugar de un WhatsApp, recibió un correo electrónico "de dos líneas".
Eso sí, su caso fue ligeramente diferente al de Esther, ya que pocos meses antes de romper con Sylvia, la pareja había comprado una gran casa a la que se trasladarían a vivir cuando se casaran: ella se quedó sola al frente de la hipoteca.