Crepes de zanahoria y remolacha con queso de cabra
Sorprende a tus invitados con unos exquisitos crepes de zanahoria y remolacha con queso de cabra, un plato sofisticado y lleno de sabor. ¡Perfecto para cualquier ocasión especial!
Crepes de zanahoria y remolacha con queso de cabra
Los crepes de zanahoria y remolacha con queso de cabra son una opción deliciosa y saludable para cualquier comida. Esta receta combina la dulzura natural de las zanahorias y la remolacha con el sabor cremoso y ligeramente ácido del queso de cabra, creando un contraste de sabores y texturas que encantará a todos. Perfectos como entrante, plato principal o incluso para un brunch especial, estos crepes son fáciles de preparar y siempre impresionan.
- Ingredientes
- • 2 huevos
• 250 ml. de leche
• 25 gr. de mantequilla + 1 cucharada
• 125 gr. de harina
• sal
• azúcar - Para el relleno:
- • 2 zanahorias
• 1 remolacha cocida
• 200 gr. de queso de cabra
• 100 gr. de rúcula
• 30 de nueces
• aceite
• vinagre de Módena
• pimienta
Tiempo Total20 minutos
Coste € € €
Dificultad
Primer plato Tipo de plato
Primavera Temporada
4 Porciones
375 kcal/ración Info nutricional
La receta paso a paso de crepes de zanahoria y remolacha con queso de cabra
Pasos
-
01.
Bate los huevos con la leche, 25 g de mantequilla y una pizca de sal y de azúcar. Agrega la harina tamizada y
vuelve a batir hasta conseguir una masa homogénea. Deja reposar 30 minutos. -
02.
Pela las zanahorias y córtalas en láminas finas. Corta la remolacha y el queso en daditos. Lava la rúcula y sécala. Trocea las nueces.
-
03.
Unta una sartén con mantequilla, vierte una fina capa de masa y, cuando empiece burbujear, dale la vuelta y cuécela 15 segundos más. Reserva y repite la operación hasta acabar con toda la masa.
-
04.
Distribuye la rúcula, la remolacha, la zanahoria, el queso y las nueces sobre las crepes. Aliña con el aceite, el vinagre, sal y pimienta y sirve.
El truco de cocina de Pronto
Bate los huevos con leche y una pizca de sal y azúcar
Para que tus crepes queden perfectos, asegúrate de que la masa tenga la consistencia adecuada y que la sartén esté bien caliente y engrasada. Puedes preparar la masa con anticipación y refrigerarla para ahorrar tiempo.