Íñigo Onieva prohíbe el acceso a Marta Riesco a su restaurante
La reportera de 'Ni que fuéramos' ha conseguido entrar en el restaurante de Íñigo Onieva gracias a un disfraz

Marta Riesco se ha comprado incluso un disfraz para entrar en el restaurante de Onieva.
Marta Riesco ha vuelto a protagonizar otro incómodo momento como reportera en 'Ni que fuéramos'. La colaboradora ha ido a intentar hablar con Íñigo Onieva a su trabajo, en el restaurante Casa Calesas, y se ha topado con que le han vetado la entrada.
La reportera acudía a la puerta del local que Íñigo Onieva regenta. La primera barrera era la empleada que la ha atendido en la puerta, que le ha dicho que no le podía dar información porque en otra ocasión había sido amonestada por hacerlo.
Marta Riesco le ha explicado a María Patiño que ha intentado hablar con dos empleadas del local, pero otras dos personas del restaurante se lo han impedido. La reportera no ha desistido y ha intentado entrar como clienta, pero se ha llevado una desagradable sorpresa.
Marta Riesco, vetada del restaurante de Íñigo Onieva

"Me acaban de decir que no puedo entrar a comer ni a tomar nada. Que ha habido quejas", ha contado. Después, ha intentado sin éxito llamar al marido de Tamara Falcó, ya que tenía su número. Pero antes, le ha mandado un selfie con el micro de Canal Quicky en el que aparece enfadada. Nadie puede decir que no lo estaba dando todo...
Después, María Patiño ha echado un cable a Marta Riesco y ha hecho una reserva por teléfono en directo. Cuando ha entrado y vuelto a salir sin comer, la reportera ha contado que, ni aun yendo con reserva, la han dejado entrar. El motivo que le han dicho ha sido "porque hay aforo completo", mientras ella observaba que había muchas mesas vacías.

En todo momento, Marta Riesco se ha mostrado muy descontenta por aplicársele el derecho de admisión, y aunque les ha preguntado a los encargados de Casa Calesas, no ha obtenido una respuesta clara.
Marta Riesco, disfrazada, consigue entrar al restaurante de Íñigo Onieva, pese al veto

En su siguiente conexión, Marta Riesco ha tirado de ingenio y ha decidido transformarse por completo para hacer un segundo round para intentar acceder al restaurante de Íñigo Onieva. Su cambio de Marta Riesco a Memé ha impresionado a sus compañeros, que han alabado su aspecto francés con la peluca morena, la boina y el abrigo de paño azul claro.
Con este nuevo aspecto, esta vez ha sido Belén Esteban la que se ha encargado de reservar mesa, esta vez para el personaje que han creado en 'Ni que fuéramos' con el único fin de colarse en el restaurante del marido de Tamara Falcó. Eso sí, la han reconocido nada más entrar y la han vuelto a echar, y es que el encargado del programa estaba viendo el programa. "Me ha dicho que esto no es un circo".

Como último recurso, Marta Riesco ha interceptado a un chico que había salido a fumar, y que estaba participando de un cena de empresa en el restaurante de Íñigo Onieva. La reportera ha convencido al chico para que le colara en su cena...
Tras toda la tarde peleando, literalmente, para entrar en el restaurante, ¡Marta Riesco lo ha conseguido! Y es que además de estar unos minutos en la cena de empresa de su supuesto amigo, ha podido ver a Íñigo Onieva sentado en la mesa de al lado. Con ese disfraz de francesa, por supuesto, no la ha reconocido.
Después de horas de conexión intercalada durante todo el programa, la reacción del plató (a destacar la de María Patiño, que saltaba de la silla) ha sido de gran emoción.