Rosquillas de anís
¿Te apetecen unas deliciosas rosquillas de anís? Aquí te mostramos la receta tradicional paso a paso y trucos para elaborar estos dulces
¿Lista para endulzar tus momentos con un toque de tradición? Te presentamos una receta clásica que te llevará directa a la nostalgia de las rosquillas de anís, perfectas para acompañar tu café o té favorito.
Con esta fácil receta paso a paso serás capaz de crear estas delicias en casa y sorprender a tus seres queridos con su sabor auténtico. ¡Sigue leyendo para descubrir todos los detalles y sorprende a tus seres queridos con estas rosquillas que son un auténtico viaje al pasado en cada bocado!
Además, no te pierdas nuestro útil truco para evitar que, una vez hechas, acaben humedecidas.
- Ingredientes
- 300 g de harina
- 3 huevos
- 1 cucharada de azúcar
- 2 cucharadas de anís
- 60 ml de aceite de oliva + 1 cucharada
- Para el glaseado
- 1 clara de huevo
- 100 g de azúcar glas
- 1 cucharadita de anís
Tiempo Total50 minutos
Preparación30 minutos
Cocción20 minutos
Coste € € €
Dificultad
Postre Tipo de plato
No apta para veganos Intolerancia
4 Porciones
La receta paso a paso de rosquillas de anís
Pasos
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01.
Precalienta el horno a 60 °C. Introduce en un bol grande los huevos, el azúcar, el aceite y el anís.
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02.
Bate los ingredientes con las varillas hasta que el compuesto doble el volumen, aproximadamente.
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03.
Incorpora la harina, poco a poco y dejándola caer a través de un tamiz o un colador de malla fina.
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04.
Mezcla con las manos hasta obtener una masa homogénea que no se pegue en las manos.
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05.
Separa la masa en pequeñas porciones redondas, del tamaño de una ciruela. Unta la mesa de trabajo con aceite.
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06.
Sobre la mesa, estira las bolitas con las manos para obtener tiras y únelas por los extremos.
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07.
Colócalas en la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado y cuécelas durante 20 minutos.
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08.
Mientras, monta las claras a punto de nieve y, sin dejar de batir, añade el azúcar glas. Agrega el anís.
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09.
Sigue batiendo hasta obtener un merengue espeso. Baña las rosquillas en el glaseado y deja secar.
El truco de cocina de Pronto
Para bañar las rosquillas, una vez horneadas, deja que las rosquillas se enfríen a temperatura ambiente. A continuación, sumérgelas parcialmente en el glaseado, una a una, para que queden recubiertas hasta aproximadamente la mitad. Deposítalas sobre una rejilla, con la parte glaseada hacia arriba, y deja que se seque completamente a temperatura ambiente antes de almacenar las rosquillas. Si no las vas a consumir enseguida, consérvalas en un recipiente metálico con cierre hermético para que no se humedezcan.