¿Artrosis o artritis? Claves para distinguirlas y tratarlas de forma efectiva

Mientras que la artrosis afecta a más de 7 millones de españoles, según la Sociedad Española de Reumatología, los pacientes de artritis constituyen un millón, principalmente porque la primera es una enfermedad degenerativa que se agrava con el envejecimiento y la segunda puede aparecer a cualquier edad. Comparten síntomas como el dolor y la rigidez y ambas perjudican a las articulaciones, pero son patologías completamente distintas. Descúbrelo. 

Conoce sus principales diferencias 

Qué son y cómo afectan. La artrosis es un proceso degenerativo crónico del cartílago, una especie de almohadilla que está entre los huesos de las articulaciones y que evita que se rocen. Con el paso del tiempo, éste se desgasta y va desapareciendo, lo que provoca que los huesos rocen entre sí, algo que causa mucho dolor y rigidez. Sin embargo, la artritis reumatoide (la más común de entre los más de 100 tipos de artritis que existen) consiste en la inflamación de la membrana sinovial (el tejido que reviste y protege las articulaciones), que acaba provocando dolor y desgaste óseo. 

Causas por las que aparecen. La artrosis es una consecuencia del envejecimiento, por lo que es más común a partir de los 60 años, aunque también pueden darse casos en gente joven. Por otro lado, esta patología prevalece en personas con trabajos que exijan sobrecarga o movimientos repetitivos o en practicantes de deportes de alto impacto. En cambio, la artritis puede aparecer a cualquier edad, aunque sobre todo afecta a mujeres de entre 30 y 50 años, y puede deberse a numerosas causas: enfermedades autoinmunes, infecciones por gérmenes, traumatismos, factores genéticos, sobrepeso e incluso al estrés y al tabaquismo. 

Síntomas. Los únicos que comparten son el dolor y la rigidez, que en el caso de la artrosis suele percibirse sobre todo a primera hora de la mañana (al levantarse), generando la sensación de tener las articulaciones agarrotadas y notando molestias al moverlas. Aunque se recupera rápidamente la movilidad, el dolor suele empeorar al moverse. Otras señales que destacan la presencia de artrosis son una posible hinchazón y entumecimiento de la zona afectada y la presencia de crujidos en las articulaciones. Por otro lado, en la artritis, la rigidez es mayor y se tarda más en recuperarse de ella, y, además, el dolor aumenta con el reposo y mejora al realizar alguna actividad. Se presentan también calor, enrojecimiento e inflamación de la zona y pueden darse otros síntomas como hormigueo, cansancio, ronquera, sequedad de boca e incluso fiebre. 

Las zonas más afectadas. Ambas enfermedades suelen aparecer con más frecuencia en manos, hombro, cadera, pies y rodillas.

Cómo puedes aliviar sus síntomas 

Moverse contra el dolor. El médico puede pautar fisioterapia para mejorar el tono muscular y aliviar los síntomas de ambas dolencias.

Artrosis. A nivel farmacológico, suelen pautarse analgésicos y antiinflamatorios para paliar las consecuencias, pero su tratamiento se basa en seguir hábitos saludables que ayuden a descargar las articulaciones y mejorar la musculatura. 

• Hay que evitar el sobrepeso y la obesidad, ya que el exceso de kilos empeora el dolor en la columna, las caderas y las rodillas.

• Aunque la artrosis limita la movilidad, debemos potenciar la actividad física para mejorar los síntomas y, en este sentido, los deportes más recomendados son los aeróbicos (caminar, nadar, ir en bicicleta, etc.), aunque siempre deben ser supervisados por un especialista médico. 

• Es importante vigilar la higiene postural, intentando no pasar demasiado tiempo de pie o arrodillados, y evitar cargar pesos excesivos. 

• Como las rodillas suelen ser una de las articulaciones más castigadas por la artrosis, hay que prestar un especial interés en llevar un calzado adecuado y cómodo, y no caminar por terrenos accidentados que las castiguen en exceso. 

Artritis. La base de la mejora de esta patología son los antiinflamatorios y el reposo de la articulación, aunque, como puede afectar a otros órganos, el resto de tratamientos dependerán de la causa que la origine. Por ejemplo, en la artritis infecciosa se suelen pautar antibióticos y en la reumatoide o psoriásica (provocada por psoriasis), corticoides o fármacos antirreumáticos. 

• Debido a que la artritis es una enfermedad inflamatoria, quienes la sufren tienen un mayor riesgo cardiovascular, por lo que realizar ejercicio físico de forma moderada ayuda a prevenir futuras complicaciones. 

• Si notas rigidez, una ducha caliente te puede resultar de gran ayuda. Y para aliviar el dolor, es recomendable usar compresas frías sobre la zona. 

Verdadero o Falso 

Existen muchos mitos en torno a estas dos enfermedades, algo que complica más que podamos distinguirlas con facilidad. Aquí te contamos lo que es cierto y lo que no en torno a ellas. 

Ambas degeneran de forma muy rápida 

Falso. Tanto la artrosis como la artritis son enfermedades crónicas, pero mientras la primera tiene un proceso degenerativo muy lento y suele presentar síntomas a edades avanzadas, en el caso de la artritis, al ser inflamatoria, produce una degeneración mucho más rápida. 

Ninguna de ellas se cura 

Verdadero y Falso. En el caso de la artritis, tiene cura aquella provocada por una infección cuando ésta se logre detener. El resto no se puede curar, pero sí existen tratamientos eficaces para reducir el dolor y la discapacidad. En el caso de la artrosis, no tiene cura por ser un proceso degenerativo, pero un equipo internacional de investigadores acaba de comprobar que la combinación de dos medicamentos podría revertirla. 

La dieta es clave 

La alimentación es clave para la salud de tus articulaciones. Puedes encontrar alternativas dulces y deliciosas pero igualmente sanas.

Verdadero. Hay que evitar las grasas saturadas y los azúcares, ya que causan inflamación, y apostar por alimentos ricos en calcio y en Omega-3. 

Cada una provoca un dolor diferente 

Verdadero. En el caso de la artrosis, se trata de un dolor mecánico y localizado, en puntos muy concretos, y que suele incidir sobre todo en las manos, aunque también se da en las rodillas, los pies, la cadera y la columna vertebral. En cambio, en la artritis se sufre un dolor continuo y más generalizado, principalmente en las articulaciones más móviles, como las de las manos y los pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas. 

Test: ¿ Sufres artritis o artrosis? 

Si últimamente has notado dolor y rigidez en algunas articulaciones, respondiendo a estas sencillas preguntas tendrás la pauta para saber qué dolencia podrías padecer y acudir cuanto antes al reumatólogo. 

¿El dolor es más intenso por la mañana al levantarte? 

A: Sí. 
B: No. 

¿A veces notas como si los huesos te crujieran? 

A: Sí. 
B: No. 

¿El dolor se calma si te encuentras en reposo? 

A: Sí. 
B: No. 

¿Notas la zona dolorida más inflamada de lo normal? 

A: No especialmente. 
B: Sí. 

¿Te duele siempre de la misma forma? 

A: No. 
B: Sí. 

¿Alguien de tu familia ha sufrido una enfermedad reumática? 

A: No. 
B: Sí. 

Si tienes dudas sobre tu dolor de articulaciones, el mejor consejo que puedes tomar es el de tu médico.

Mayoría de respuestas A. Por tus contestaciones, lo más probable es que sufras artrosis o un desgaste óseo, así que acude al especialista a que te valore. 

Mayoría de respuestas B. Tus respuestas nos indican que podrías padecer algún tipo de artritis, pide cita con tu médico para que te dé un diagnóstico y tratamiento precisos.