Pronto
  1. Home
  2. Vida Sana
  3. Lesiones y dolencias
  4. Salud bucodental

¿Encías sanas? Esto es todo lo que puedes hacer para cuidarlas

Resultan imprescindibles para mantener los dientes en su posición y poder disfrutar de una buena salud bucal. ¡Es necesario cuidarlas adecuadamente y tratar los problemas en cuanto aparezcan!

Descubre cómo puedes mejorar tu salud bucodental cuidando de tus encías.

Descubre cómo puedes mejorar tu salud bucodental cuidando de tus encías.

N.D
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.

Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.

Cuando hablamos de salud oral, a menudo pensamos únicamente en los dientes, cuando las encías también tienen una gran importancia. No hay que olvidar que se trata de un tejido que mantiene las piezas dentales en su sitio, por lo que, si se ve alterado, podemos sufrir la llamada enfermedad periodontal, un trastorno que engloba la gingivitis y la periodontitis

Gingivitis, la primera señal 

Es la dolencia de las encías más frecuente, una infamación crónica que, si no se combate a tiempo, puede tener graves consecuencias

Cómo se produce

El proceso se inicia con la formación de placa, una acumulación de bacterias y residuos de alimentos que se acumula en la superficie de los dientes y que, junto con el sarro, irrita e inflama las encías. Si esta placa no se retira mediante una higiene adecuada, con el tiempo puede provocar una enfermedad más grave, la periodontitis, y, finalmente, la pérdida de las piezas dentales

Síntomas

 

 

La gingivitis no causa dolor, por lo que es muy frecuente no reparar en su presencia hasta que es demasiado tarde.

Para detectarla, hay que estar atentos a estas señales:

1. Sangrado durante el cepillado: Es el principal síntoma de esta dolencia y aparece porque el exceso de placa dental irrita la encía. En principio, una encía sana no tiene por qué sangrar. No pasa nada si lo hace puntualmente, pero si ocurre de forma habitual, es conveniente consultar con el especialista. Debes tener en cuenta que, si eres fumador, puedes tener gingivitis sin que te sangren las encías, por lo que, en este caso, es todavía más importante someterse a las revisiones anuales.

2. Encías rojizas: Aunque puede variar en función de las personas, las encías, si están sanas, suelen ser de color rosa pálido. Si toman un color rojo o rosa intenso, puede ser señal de irritación y, por lo tanto, de gingivitis. También es frecuente que, en lugar de lisas y brillantes, estén hinchadas

3. Mal olor o sabor de boca: La acumulación de bacterias puede causar mal aliento y sabor desagradable

¡Descubre cómo conseguir unos dientes blancos con estos trucos naturales!

Periodontitis, cuando la dolencia se vuelve grave

 

 

También conocida por el nombre de piorrea, es el segundo estadio de la enfermedad de las encías. Tampoco en este caso, los síntomas son demasiado llamativos, por lo que, en muchas ocasiones, pasa totalmente desapercibida hasta que es demasiado tarde. 

Cómo se forma


Si no se retira la placa bacteriana, ésta avanza y se acumula entre la encía y los dientes, formando las llamadas bolsas periodontitis, unos espacios que son producidos por bacterias. Debido a esta infección, se pierde el hueso que sujeta al diente. Este empieza a tener movilidad, y puede llegar a caerse

Prevención 

Si cuidamos a diario la salud de nuestra boca, reduciremos drásticamente el riesgo de sufrir estos problemas. 

1. Higiene oral. Para evitar la placa bacteriana, es necesario cepillarse los dientes entre dos o tres veces al día. De esta manera eliminamos las bacterias que se acumulan entre la encía y los dientes. También es conveniente utilizar hilo dental a diario.

2. Visita al odontólogo. Además, se recomienda realizar una limpieza bucal profesional y una revisión odontológica cada 10 o 12 meses. Si se sufre gingivitis u otros problemas, será necesario hacerlo cada seis meses. 

Tratamiento 

 

 

Para no perder las piezas dentales, hay que acudir al dentista tan pronto aparezcan los primeros síntomas de la gingivitis.

1. Reducir la inflamación. Cuando se sufre gingivitis, el especialista llevará a cabo una limpieza bucodental para eliminar el sarro (tartrectomía). A continuación, asesorará al paciente sobre cuál es el método de higiene bucal ideal para combatir la placa dental y evitar la aparición de sarro. En el caso de que exista alguna causa que provoque la inflamación (mala posición de los dientes, prótesis dentales defectuosas, etc.), tratará de solucionarlo para evitar que el problema se agudice

2. Combatir la periodontitis. Cuando se ha llegado a este estadio de la enfermedad, el dentista deberá eliminar las bacterias y el sarro de la raíz del diente y realizar una limpieza a fondo para desinfectarlo en su totalidad. Si es necesario, también tendrá que reparar o regenerar el tejido periodontal dañado.

¿Qué riesgo tengo de sufrir gingivitis?

 

 

La higiene defectuosa no es la única culpable. Hay una serie de factores que aumentan las posibilidades de padecer problemas en las encías.

1. 
Pubertad, embarazo y menopausia. Los cambios hormonales que tienen lugar durante esta etapa aumentan la sensibilidad de las encías. 

2. Mala alineación de los dientes. Favorece las infecciones de las encías y 
la acumulación de placa.

3. Fármacos. Algunas píldoras anticonceptivas, antibióticos, etc. pueden re
ducir el flujo de la saliva y, por lo tanto, hacer que la boca esté más sensible.

4. Aparatos dentales o empastes defectuosos. Favorecen la aparición 
de placa y sarro en la superficie de los dientes.

5. Cuestiones de salud. Algunas enfermedades inflamatorias crónicas o au
toinmunes o infecciones como el herpes pueden alterar las encías y facilitar la aparición de este trastorno. También la diabetes, el sida o el cáncer, entre otras, pueden provocarlo.

6. Tabaco. Además de enmascarar los síntomas y dificultar el diagnóstico, fumar reduce la capacidad del organismo de combatir la infección gingival, por lo que acelera la aparición de estas dolencias.

Loading…