Sandra Bullock, espectacular a los 60 años: así ha sido su vida
La famosa actriz comenzó su carrera artística con 5 años

Sandra Bullock.
El 26 de julio cumplió 60 años Sandra Bullock, de raíces alemanas que, a pesar de conquistar las taquillas con su belleza natural, no ha tenido una vida fácil, llegando a ser engañada por su exmarido y perdiendo, en el 2023, a su novio a causa del ELA.
Sandra Bullock: sus primeros años

Sandra Annette Bullock nació el 26 de julio de 1964 en Arlington, Virginia. Su padre, John, era un militar y profesor de canto estadounidense, mientras que su madre, Helga, era una cantante de ópera alemana.

Una foto reciente de su hermana Genice, quien se dedica a la repostería.
Después de nacer Genice, la hermana de Sandra, la familia regresó a Europa, pues John fue reclamado por el ejército para trabajar en los juicios de Nuremberg.
Sufrió ‘bullying’ por su ‘aspecto europeo’

Sandra cuando era niña.
Sandra pisaría su primer escenario con 5 años como parte del coro infantil de Salzburgo (Austria), donde viviría después un ‘debut artístico’ por el que obtuvo como paga unas cuantas chocolatinas. A los 8 años, la actriz ya tocaba el piano y estudiaba ballet, pero a los 12, regresó con los suyos a Washington. Fue una vuelta un tanto traumática, pues en Estados Unidos sufrió el acoso de sus compañeros de colegio, que se burlaban de ella por su aspecto ‘europeo’ y sus rarezas a la hora de vestir.
Pero pronto se los ganó con su simpatía y sus habilidades artísticas, destacando como gimnasta y entrando a formar parte del equipo de animadoras. Y aunque al principio pensó seguir la tradición familiar y dedicarse a la música, pronto se dio cuenta de que su verdadera vocación era la interpretación, por lo que decidió estudiar Arte Dramático en la Universidad de Carolina del Norte. Acabada la carrera, Sandra se mudó a Nueva York, donde no le importó trabajar de camarera mientras hacía ‘castings’ buscando su oportunidad. Ésta le llegó a los 23 años, con pequeños papeles en cine y televisión, hasta que en 1990 fue elegida para su primer papel importante, en la versión televisiva de ‘Armas de mujer’, que duró una temporada.
Se prometió con Tate Donovan

Su expareja, Tate Donovan.
Mientras, en lo personal, en 1992 conoció durante el rodaje de ‘Poción de amor Nº. 9’ a una de sus primeras parejas importantes, el actor Tate Donovan, con quien incluso estuvo prometida. Su romance acabó justo cuando le llegó su primer papel importante en el cine en 1993: ‘Demolition Man’, aunque curiosamente su interpretación le hizo acabar optando al premio ‘Razzie’ a la Peor Actriz de Reparto. Aun así, ella siguió conquistando la pantalla con Robert Duvall en ‘Vaya par de amigos’ –con quien aprendió a bailar salsa–, o cantando country en la película de los años 90 ‘Esa cosa llamada amor’.

Con Matthew McConaughey, de quien se enamoró en ‘Tiempo robado’.
Tras fundar dos años después su primera productora, su gran éxito le llegó a bordo de un autobús, pues su trabajo en ‘Speed’, junto a Keanu Reeves, la convertiría en una estrella internacional. Aquella película fue definitiva para catapultar a Sandra, a sus 30 años, como una ‘celebrity’ imprescindible que se ganó el título de ‘la novia de América’, y siguió triunfando en películas como ‘Mientras dormías’, ‘La red’, ‘Tiempo robado’ (donde se enamoró de Matthew McConaughey) o ‘En el amor y en la guerra’.

Una chica muy familiar. Sandra con sus padres.
Mientras sus éxitos subían, el drama la golpeaba: su madre fue diagnosticada de cáncer. Sandra siguió su consejo de priorizar su carrera por encima del matrimonio y trabajó en ‘filmes’ como ‘Speed 2’, ‘Prácticamente magia’ o ‘Miss agente especial’. Por desgracia, Helga no pudo disfrutar de este último éxito, pues falleció el 6 de abril del 2000, dos días después de su estreno.
Un único matrimonio

Fue pareja de Hugh Grant.
Rota por esa pérdida, la actriz siguió refugiada en su carrera y en algún que otro hombre, como Hugh Grant —con quien protagonizó ‘Amor con preaviso’—, o Ryan Gosling, con quien se la relacionó entre 2002 y 2003.

Jesse G. James, su exmarido.
Ninguno de sus novios cuajaba, hasta que en diciembre del 2003, el caprichoso destino hizo que su ahijado le rogase que lo llevara a conocer a Jesse G. James, el californiano tatuado especialista en motos. Ese día él sintió un flechazo y le pidió salir, pero ella lo rechazó. Finalmente, y porque así lo quiso el universo, tuvieron una cita, se enamoraron y se casaron en el 2005.
Para él, Sandra era ya su tercera esposa y tenía tres hijos. La propia Bullock luchó por la custodia de la pequeña en los tribunales. Aun así, poco le valió la constancia, pues a los cinco años, el matrimonio se rompió tras descubrir la actriz varias infidelidades por parte de él. A pesar de separarse en el 2010, ese año no fue tan terrible en todo, pues ella se llevó su primer Oscar por ‘Un sueño posible’ y, poco después, haría realidad uno de sus anhelos adoptando a su hijo, Louis Bardo.

Una escena de ‘Gravity’ por la que ganó un Oscar en el 2013.
El éxito la siguió acompañando y obtuvo su segundo Oscar en el 2013 con ‘Gravity’.
Perdió a su novio el verano pasado: sufría ELA

Sandra y sus hijos con Bryan Randall.
En el 2015 la vida le daría otro regalo, la adopción de su hija, Laila, proveniente de Lousiana. En aquel momento, Sandra no estaba sola. La actriz había rehecho su vida junto al exmodelo y fotógrafo Bryan Randall, con quien encontró la estabilidad y la paz emocional, hasta que el pasado verano él fallecía como consecuencia del ELA.
Ahora, refugiada en sus hijos, Sandra llega a los 60 “con pocos sueños guardados en el cajón”, asegura, pero con una posible sorpresa: su regreso al cine con la segunda parte de ‘Prácticamente magia’, ya en marcha.