Cuida de la piel de tu cuerpo mientras te duchas
¿Y si aprovecharas los minutos que tarda en actuar el acondicionador o la mascarilla capilar, por ejemplo, para depilarte, iluminar la piel del escote o combatir la celulitis?
Si eliges bien los productos de higiene que utilizas en la ducha, sacarás más partido a este ritual de limpieza diaria.
Gel de baño, con un plus. Busca, busca porque los hay de efecto reductor, reafirmante, hidratante, purificante, etc.
Acondicionador corporal. ¿Vas con tanta prisa que, al salir de la ducha, no te da tiempo de aplicarte una loción hidratante? Prueba los acondicionadores corporales, que se usan sobre la piel mojada. Extiéndelo a la par que el acondicionador capilar, déjalos actuar tres minutos y aclara. No dedicarás a la ducha ni un segundo más y, sin embargo, saldrás de ella hidratada de la cabeza a los pies.
¿Piel húmeda? Sinónimo de exfoliación suave
También puedes aprovechar el momento en que te enjabonas la piel para exfoliarla. Si conviertes este gesto en un ritual de belleza semanal, la dosis de crema hidratante, reafirmante o anticelulítica que te apliques cuando salgas de la ducha ganará efectividad. Y es que sobre una piel sin células muertas, los activos de cualquier cosmético penetran mejor.
Todo son beneficios. ¿Sabías que cuando el exfoliante se extiende sobre la piel húmeda se consigue un peeling más suave y respetuoso? Si no quieres invertir en un gel de ducha exfoliante, sólo tendrás que agregar a la dosis del jabón que vayas a utilizar un poco de azúcar o de harina de avena y aplicar con movimientos circulares por todo el cuerpo, haciendo hincapié en el escote –cuando rebosa luminosidad, gana un gran atractivo– y en zonas de piel gruesa: rodillas, talones, codos, etc.
Guante de crin y cepillo, tus aliados. En zonas con celulitis, utiliza el guante de crin. Así, al mismo tiempo que eliminas las células muertas, drenarás líquidos y estimularás la eliminación de toxinas acumuladas bajo la piel. En áreas de difícil acceso, como la espalda, utiliza un cepillo de baño de mango largo. Con este accesorio y el uso de un exfoliante purificante, tratarás con eficacia el exceso de sebo y el acné en esta zona.
Mejora las varices con chorros de agua fría/caliente
¿Tienes un minuto y medio? Es el tiempo que necesitas para mejorar el estado de las varices.
El paso a paso. Después de enjabonarte el cuerpo, aclara con agua tan fría como puedas aguantar durante 30 segundos; a continuación, vuelve al agua caliente medio minuto y acaba con agua aún más fría 30 segundos más. Dirige el chorro de agua de abajo a arriba: desde los tobillos a la cintura.
Buenos resultados. Alternar agua fría y caliente activa el retorno venoso, lo que inmediatamente mejora el estado de las varices. Soportarás mejor las bajas temperaturas cuando sepas que el agua fría también acelera el metabolismo, combate la retención de líquidos y mantiene la piel del pecho, el vientre o los muslos más firme y atractiva.
Depilación exprés bajo el agua
Mientras te duchas, podrás realizar otro ritual que siempre da pereza: depilarse.
Cuchilla. Si te la pasas con la piel enjabonada, se deslizará mucho mejor y te ahorrarás el uso de un gel de depilación.
Crema depilatoria. Aunque son muchas las personas que, en esta situación, se decantan por la cuchilla, también puedes recurrir a las cremas depilatorias resistentes al agua, que actúan en tan solo 5-10 minutos. Obtendrás una piel suave y perfectamente depilada sin los contratiempos de la cuchilla. se decantan por la cuchilla, también puedes recurrir a las cremas depilatorias resistentes al agua, que actúan en tan solo 5-10 minutos. Obtendrás una piel suave y perfectamente depilada sin los contratiempos de la cuchilla.
Aprovecha el vapor de agua para...
MIMAR ROSTRO Y ESCOTE. El vapor de agua abre el poro dejando la fina piel del rostro, el cuello y el escote en las mejores condiciones de receptividad para asimilar los activos de las mascarillas. Es el momento ideal para sacar el máximo provecho a compuestos purificantes, revitalizantes, regeneradores, etc.
ARRANCAR EL PELO DE RAÍZ. Si te cuesta soportar el dolor de las depiladoras eléctricas, emplea una que pueda utilizarse bajo el agua. El proceso es menos doloroso porque la piel está más blanda y los poros más dilatados. Algunas marcas ofrecen un cabezal de masaje para utilizar tras la depilación y prevenir irritaciones, cabezales que exfolian, etc. ¿El único inconveniente? Antes de utilizarla tienes que pensar en cargar la batería al completo. Gozan de muy buena autonomía: normalmente entre 30 y 50 minutos de depilación sin cables.