Pechos y glúteos firmes: así puedes conseguirlos en 3 fáciles pasos

No es sólo cuestión de edad ni de peso, el enemigo número uno en estas zonas es la flacidez, por eso la clave para verte más joven y lucir tipo está en ganar firmeza. 

Si hay dos zonas que logran una figura más proporcionada y atractiva son el pecho y los glúteos. Devolverles la firmeza perdida es posible si sabes cómo. Aquí tienes las claves.

1.- Ejercicios 2 en 1 para estilizar tu cuerpo

Gana músculo... para tensar la piel. Si tienes algunos kilos de más, no te preocupes, al ganar firmeza podrás presumir de curvas. Es más, estar delgada tampoco te libra de la flacidez, la celulitis o un pecho caído. Con los ejercicios que te proponemos no tendrás que duplicar el esfuerzo porque logran reafirmar las dos zonas a la vez. 

Sentadillas con presión. Fortalecen los glúteos y, además, te ayudan a ganar pecho. Con los pies separados y las manos frente al pecho, baja –con la espalda recta– como si fueras a sentarte mientras presionas las palmas de las manos tanto como puedas. 

Puente con apertura. Tumbada boca arriba, con las piernas flexionadas, eleva la cadera. Con una mancuerna en cada mano, junta los brazos estirados encima del pecho. Luego, separa y vuelve a subir. Mantén los glúteos arriba todo el ejercicio. Haz tres series de 8-10 repeticiones.

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2.- Alimentos con efecto tensor

Se suman al ejercicio para ayudarte a lucir una piel firme. Una dieta equilibrada y variada es la mejor forma de evitar los cambios bruscos de peso, que son una de las principales causas de la flacidez del busto y también de los glúteos.

Vegetales al poder. Frutas y verduras aportan fibra, son depurativas –ayudan a combatir también la temida celulitis– y son ricas en antioxidantes, como la vitamina C, que protege la piel del envejecimiento, léase flacidez. 

Hidrata por dentro. El agua interviene en muchas funciones del organismo, incluida la síntesis de colágeno y elastina, crucial para mantener la firmeza cutánea. Moraleja: aunque te parezca que no tienes sed, bebe entre 1,5 y 2 litros diarios de agua y olvídate de los refrescos.

Que no te falten proteínas. Son el alimento de tus músculos y, a más músculo, más firmeza. Prioriza las de origen vegetal de legumbres y frutos secos, que además, aportan otros nutrientes valiosos. Por ejemplo, el ácido oleico de un puñadito de almendras tres o cuatro veces por semana restaura los lípidos de la piel, lo que mejora su elasticidad, y las nueces son ricas en silicio, cobre y selenio, imprescindibles para la fabricación de colágeno.

Cero azúcar. Favorece el sobrepeso, pero además el azúcar altera la estructura del colágeno y hace que la piel pierda elasticidad, lo que deja la puerta abierta a la flacidez y las arrugas.

3.- Cosmética más efectiva

Mascarillas. Te encantará saber que también las hay para el busto y los glúteos. Mejoran el aspecto de las estrías, la celulitis, tienen efecto lifting... Igual que las faciales, se aplican y se dejan actuar durante 10 o 15 minutos.