Álex Lequio: sus fotos más entrañables
Incansable emprendedor que nos robó a todos el corazón
Álex con su padre, Alessandro Lequio, y su hermana, Ginevra.
Nacido el 23 de junio de 1992 en Madrid, Álex Lequio llegó al mundo en medio de periodistas y flashes. Su madre, Ana Obregón, llegó al paritorio escondida bajo una manta en la parte posterior de su coche y, desde entonces, los reporteros no dejaron de estar en la vida de este niño de cabellos rubios y rizados, al que no gustaban nada los periodistas. Su madre, actriz famosa, y su padre, conde italiano y latin lover, se separaron dos años después y él creció muy unido a la primera, pero también muy cerca de su progenitor.
A Álex la exposición mediática no le gustaba nada. En una ocasión, en una anécdota icónica, mordió la espuma de un micro. Pura rabia contra aquellos paparazzis que se metían en su vida. "Llevo 23 años dirigiendo el micrófono, que lo mantengo en el intestino grueso, pero poco a poco me voy adaptando", comentaría años después, riéndose del incidente con su habitual sentido del humor y su talante tranquilo.
Esta semana, en las páginas de tu revista Pronto, recogemos un pequeño álbum en recuerdo del joven Álex Lequio, con algunas de sus fotografías más entrañables.
Tras el nacimiento de Álex, Ana dejó de trabajar para dedicarse a su hijo.
Esta es una de las fotografías que su hermano Clemente ha compartido en IG. "Algún día nos volveremos a ver"
Aunque se separaron sentimentalmente cuando Álex era pequeño, recondujeron pronto su relación para poder estar ambos presenten en la vida de su hijo.
Álex, con sus padres y su abuela paterna, la nona Sandra, en el campus de la Universidad de Duke, donde estudió hasta el 2014. El empresario admitió en más de una ocasión que era muy buen estudiante y que soñaba con entrar en Harvard.
El joven y su pareja durante los dos últimos años de su vida, Carolina Monje, que estuvo junto a él hasta le último momento.
El empresario junto a su hermana Ginevra, la hija que Lequio tiene con María Palacios, y por quien Álex sentía auténtica devoción.
El joven era un gran amante de los animales y tenía varias mascotas. En esta imagen, junto a Lunita, que le hizo mucha compañía durante los días que pasaba en casa recuperándose de sus tratamientos:
Así felicitó a Ana por el Día de la Madre en 2019. El texto demuestra lo muchísimo que Álex la admiraba y cómo agradecía todo el apoyo que le mostraba constantemente: