Ana Obregón vuelve a despedir uno de los años más tristes de su vida
La presentadora anunciaba ayer que no podrá presentar las Campanadas junto a Anne Igartiburu, un último golpe que le da 2021
Ana Obregón no acaba el año como le gustaría. Hace tan solo una semana la presentadora pedía comprensión, y es que aún no tiene nada que celebrar en estas fechas tras la pérdida de dos de sus seres más queridos: su hijo y su madre.
"Entended que no pueda celebrar la Navidad, en realidad no puedo celebrar nada porque me faltan mi madre y mi hijo, las 2 personas que más quiero en el mundo. Y sin embargo quiero desearos a tod@s una feliz Navidad", decía, consciente de que, tal y como hizo el año pasado, iba a ser una de las caras visibles de las Campanadas, una fecha para reflexionar y hacer balance del año.
Pero hace unas horas hemos sabido que la actriz de 'Ana y los siete' no estará junto a Anne Igartiburu por fuerza mayor: es positivo en coronavirus. El primer anuncio fue la tarde del miércoles a través de stories, una información que luego ampliaba a través de una publicación en su cuenta de Instagram.
Al menos, las informaciones sobre su salud son tranquilizadoras: "Estoy bien, en casa, como si fuera un catarro súperfuerte gracias a las vacunas". Además, ha advertido de que "esta variante vuela. Os lo dice alguien que no ha salido de su casa en todas las Navidades y sin embargo lo he cogido".
Un año muy duro: la muerte de su madre y el luto por la pérdida de Aless
Ana Obregón experimentaba en 2020 uno de los peores dolores: la pérdida de un hijo. Aún con la herida abierta, ha mandado varias cartas a Álex Lequio dentro de su proceso de sanación. Mediante sus palabras y pensamientos más desgarradores, todos, y sobre todo quienes han vivido una pérdida recientemente, hemos podido conectar con ella.
En abril de este año, la presentora veía empañado su luto, y es que su madre, Ana, era hospitalizada. Finalmente, su progenitora, que en junio habría cumplido los 90 años, fallecía, sumiendo a Ana Obregón en la más profunda de las tristezas.
A finales de septiembre, la actriz vivía otro angustioso momento: la hospitalización de su padre, Antonio, de 95 años. Afortunadamente, todo quedó en un susto y el hombre era dado de alta días después, una buena noticia que parece arrojar algo de luz a una temporada marcada por las pérdidas.