Isabel Pantoja, hundida emocionalmente: preocupación por su estado de salud
Parece que Isabel Pantoja se encuentra en uno de los momentos más bajos de su vida, y su salud preocupa a su círculo más íntimo. Así se encuentra la tonadillera:
Isabel Pantoja dará un concierto en Gran Canaria el 26 de agosto.
No corren los mejores tiempos para Isabel Pantoja y, según cuentan, su círculo más cercano estaría muy, muy preocupado por ella, especialmente por su salud. Pero no de la manera que habíamos pensado hasta ahora.
Aunque, de unos años a esta parte, las noticias sobre ella nos llegan con cuentagotas, ha sido este fin de semana cuando Ana María Aldón ha desvelado en el programa 'Fiesta' el verdadero problema de salud de Isabel Pantoja: según la colaboradora, la cantante pasa por un complicado momento en el que "no es capaz de levantar cabeza". Además, la que fuera mujer de José Ortega Cano ha añadido en el programa de Emma García que "El problema de salud (refiriéndose a la física) no es tan grave, creen que lo que la atormenta es la gran deuda que tiene. Es un problema de salud emocional", ha matizado Ana María.
Y es que las últimas noticias antes de saber que el verdadero problema de Isabel Pantoja atañe a su salud mental, tampoco eran precisamente halagüeñas: su ausencia en la boda de su hija Isa ha sido, sin duda, lo más comentado del enlace, y sus visitas a un hospital la semana previa al gran día no hacían otra cosa que aumentar la preocupación por su estado.
Pero... ¿qué le pasa realmente a Isabel Pantoja? ¿Qué hechos en su vida han provocado que sus allegados estén tan preocupados por su salud mental?
Isabel Pantoja: todos los frentes abiertos que le habrían causado un problema de salud mental
Aunque el dinero no es lo más importante, y menos para alguien por cuyas manos han pasado muchos millones, lo económico sí que está siendo un auténtico quebradero de cabeza para Isabel Pantoja, cuya deuda con Hacienda la tendría con el agua hasta el cuello.
Tanto, que hace unos días Antonio Rossi revelaba que la tonadillera ha puesto a la venta todas sus propiedades con un objetivo final: saldar su cuantiosa deuda y, con ello, evitar el embargo de Cantora, una sombra que lleva años planeando sobre ella. Y, por si fuera poco, tendría que hacerlo todo antes de que el Fisco la ponga en una complicada situación: la de quedarse con todos sus ingresos y permitirle tener únicamente lo que ellos consideren necesario para vivir, una medida extrema a la que tienen que hacer frente los grandes deudores.
Su famosa finca situada en la localidad de Medina Sidonia (Cádiz) es, precisamente, el bien que Isabel Pantoja querría mantener a toda costa, ya que es, de todas sus propiedades, su casa más preciada: el hogar que heredó (junto a Kiko Rivera) de Paquirri y el que le permite vivir lejos del ruido mediático que provoca su nombre.
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Aunque desde el principio Isabel Pantoja decidió no asistir a la boda de Isa y Asraf, celebrada el pasado 13 de octubre en Sevilla, su sombra ha sido alargada, y muchos tenían la esperanza, incluso, de que diera la sorpresa final como la diva que es, y apareciera por sorpresa en el día más feliz de su hija.
Pero finalmente eso no pudo ser, y la joven colaboradora televisiva desde el principio tuvo muy claro que su madre, con la que tiene una nula relación, no estaría presente en su "sí, quiero" a Asraf Beno, con quien ha mantenido una relación sentimental durante cinco años y con quien actualmente vive en el Puerto de Santa María, a apenas 45 kilómetros de la casa de su madre.
Teniendo en cuenta las explicaciones de Ana María Aldón este fin de semana sobre los problemas de salud mental que estaría sufriendo Isabel Pantoja, una posible depresión sería la explicación más lógica a su actitud.
Siempre se ha dicho que Isabel Pantoja quiere hacer las paces con su hijo Kiko, pero lo realmente cierto es que madre e hijo se encuentran, una y otra vez, con numerosas trabas que le impiden a ambos reconducir su relación.
Cada 26 de septiembre sin faltar un solo año, en el aniversario de la muerte de Paquirri, la cantante envía a la tumba del que fuera su marido, fallecido en 1984 tras una mortal cogida en la plaza de toros de Pozoblanco, una corona de flores con el mensaje "De tu esposa e hijo", incluyendo así a su "pequeño del alma" en su sentido recordatorio al que fue el hombre de su vida... pero esas indirectas parecen no dar su fruto y, durante el último encuentro de Isabel Pantoja con Kiko, cuando a éste tuvieron que practicarle un cateterismo tras un complicado problema de corazón, todo saltó por los aires.
Según Beatriz Cortázar, Kiko Rivera no quiere volver a ver a su madre desde el día que ésta le visitó en el hospital. "El mazazo que recibió Isabel fue brutal. El ver que ni en esas situaciones límites era posible que la familia volviese a tener la relación que tenía (...) En esos días, Isabel tomó una decisión muy triste", ha explicado la periodista.
La decisión de Isabel Pantoja en un momento clave de su vida
Isabel Pantoja se emociona hablando sobre su madre.
El pasado mes de septiembre, Isabel Pantoja salía de su permanente encierro en su finca Cantora para visitar el plató de 'El Hormiguero', inaugurando una nueva temporada del programa de Pablo Motos... con unos magníficos datos de audiencia. Aunque, eso sí, la tonadillera puso por contrato, con antelación, no hablar de ciertos temas.
Isabel Pantoja se blindó de esta manera para que nada la obligase a hablar ni de la nula relación con sus dos hijos, ni de sus problemas económicos ni, por supuesto, de su paso por la cárcel, los tres asuntos que, presumiblemente le habrían llevado al delicado punto de salud mental en el que, según Ana María Aldón, se encuentra ahora.
Las últimas informaciones que tuvimos sobre ella no eran tampoco las más optimistas. Y es que, de nuevo Beatriz Cortázar, reveló un inesperado dato sobre la que será la última voluntad de Isabel Pantoja, que no incluiría a Kiko Rivera ni a Isa.
Tal y como hizo público la periodista, Isabel tiene ya muy claro cómo quiere que sea su funeral: "No quiere un tanatorio, un velatorio ni un funeral. No quiere una alfombra roja de gente desfilando. No quiere a nadie, quiere irse sola, no quiere ni homenajes, ni fastos ni hijos. No quiere que aquello se convierta en un photocall".