Kike Quintana, el sobrino de Ana Rosa, empieza a ir al gimnasio: "Soy el 'gordinflas' de TardeAR"
El colaborador ha decidido cortar por lo sano y va a ponerse en forma con la ayuda de Iván González
"Está en una forma física deplorable"
Acompañado de Iván González y Alberto Sotillos, colaboradores del programa de su tía, Kike Quintana se lanzó a esta nueva actividad con la intención de ponerse en forma y dejar atrás la etiqueta de "gordinflas" que tan alegremente se autodenomina.
La ocurrencia fue del propio Kike, quien pedía ayuda al ex tronista de MYHYV tras comentarle, en tono jocoso, que "el otro día salí a grabar y nadie reconocía a Sotillos, yo creo que está en una forma física deplorable", preguntándole si podría echarle una mano "y de paso, como yo soy el gordinflas del programa, me das clases a mí a ver si sudo algo".
Iván, quien esta acostumbrado a ir de forma diaria al gimnasio, aceptó el reto, avisándoles de que lo haría siempre y cuando se lo tomasen en serio. Y así parecía que iba a ser.
Tras cambiar sus ropas por atuendos deportivos, los tres amigos se dispusieron a comenzar su rutina. Iván, con su experiencia, enfatizó la importancia de la base del entrenamiento, lo que Kike interpretó con humor asemejándolo con "lo de las pizzas".
Comenzaron el entrenamiento, y tras llevar un rato haciendo estiramientos sobre el escenario de una de las salas, la primera tomadura de pelo venía cuando los colaboradores que quieren entrar en el mundo fitness, descubrieron que Iván les estaba vacilando con posturas extravagantes durante el calentamiento.
Kike decidió abandonar el entreno para comerse una palmera
Aun así, siguieron sus ejercicios y, a medida que avanzaba la sesión, las risas no cesaban. Iván amenazaba con cambiar de gimnasio debido a los "ridículos" que estaba haciendo Kike y Sotillos. "Si me dicen que voy a hacer el ridículo con este hombre no voy", se quejaba Iván entre risas tras visionar el reportaje.
Momento en el que Kike compartió su verdadera experiencia, asegurando que se había sentido observado con "miradas de asco o de pena" por parte de las personas que estaban allí. Sin embargo, el colaborador aseguró que, tras esa sensación, pensó que a partir de ahora ya podría con todo, haciéndole un símil a su tía: "Yo entiendo lo que tú has sentido todo este tiempo, estamos conectados. Somos como los siameses”.
Sin embargo, entre bromas, Ana Rosa se defendió diciendo que cuando verdaderamente la gente la mira con pena es cuando le preguntan "si realmente somos familia".
Emitieron la segunda parte del reportaje y, como era de esperar, la responsabilidad de que esto sería un compromiso que se tomarían en serio no tardó en desaparecer.
En un momento de despiste, Kike decidió abandonar el esfuerzo físico para saborear una deliciosa palmera a escondidas, lo que le valió una reprimenda de Iván, quien hacía todo lo posible porque empezara a estar en forma. "¿Qué haces, tronco? ¿Desarrollando el estómago?", le espetó el tronista entre risas.
De esta manera, entre risas, sudor y alguna que otra comida, Kike Quintana dio sus primeros pasos en el mundo del gimnasio, demostrando que lo realmente importante es querer comprometerse. Y quién sabe, tal vez esta incursión marque el inicio de una nueva etapa en la vida del sobrino de Ana Rosa.