Mario Vaquerizo: "Hago ejercicios del Imserso"
El artista Mario Vaquerizo vuelve a los escenarios con 'Nancys rubias' y presenta un nuevo "single" titulado 'Reset'

Mario Vaquerizo.
Vuelve a los escenarios con su grupo, 'Nancys rubias' y saca nuevo single, 'Reset', que supone un replanteamiento vital. Mario Vaquerizo confiesa que “necesitaba cambiar de chip, resetearme, mi nueva filosofía es el resetismo. Tras el accidente en el que me caí del escenario, la vida me avisó de que iba demasiado rápido. El percance podría haberse evitado si hubiera llegado con más calma a esa actuación, porque venía de un exceso de trabajo. Estaba saturado”.

PRONTO.: ¿Y ahora cómo te encuentras?
MARIO VAQUERIZO.: Más tranquilo y disfrutando más de las cosas. A mis cincuenta años me cuido mucho, hasta he dejado de fumar. Aunque sigo llevando el collarín, voy al gimnasio a fortalecer los músculos de las piernas, hago lo que yo llamo “ejercicios del Inserso”, mi cuello está algo atrofiado y la laringe aplastada. Tengo que ponerme en forma. No hay miedos, a mí no me paraliza nadie. Pero bien es verdad que subirme de nuevo a un escenario me causa cierto vértigo,

Mario Vaquerizo con su padre.
P.: ¿Sigues teniendo problemas de visión?
M.V.: Digamos que veo diferente, que tengo tres puntitos en el ojo que me han cambiado de algún modo la visión. Pero a todo te acostumbras. Rezar y tener fe también me ayuda mucho a sentirme bien.

P.: ¿Eres muy creyente?
M.V.: Soy una persona muy religiosa. Le doy las gracias a la Virgen de Umbe porque he recuperado casi toda la visión. La fe me ayuda… así como el sentido del humor y la espiritualidad. Los médicos me han dicho que la curación de mis ojos es como un auténtico milagro, y que por mi bien mental deje de decir tantas verdades como puños. Pero lo peor es que caigo en la autocensura.

P.: ¿Hay algo que te quede por hacer?
M.V.: Ser el director de una compañía de variedades, donde esté un cuenta chistes, una stripper, el que hace canción ligera… Me encantaría, porque es el género artístico más completo.

P.: ¿Te arrepientes de no haber sido padre?
M.V.: No, porque teniendo hijos me habría perdido un montón de cosas. Mi esposa Olvi y yo somos los tíos que miman a sus sobrinos.