Nadie le explicó a Silvia Tortosa que el cáncer había reaparecido en su vida. Esta enfermedad que la quemaba por dentro se la llevó de este mundo el pasado sábado 23 de marzo, a los 77 años, en un hospital de Barcelona., Al lado de su lecho de muerte estuvieron tres de las personas más incondicionales de su vida: su representante, Tony Aliaga; su mejor amiga, Ana Congost, y Chema Martín, un bailarín amigo suyo desde hacía décadas.