Tamara Falcó: el método de fertilidad que sigue para ser mamá
La marquesa de Griñón sigue la naprotecnología, procedimiento reproductivo sólo para parejas casadas
Tamara Falcó cumplirá 42 años el próximo 20 de noviembre.
Antes de que el pasado 8 de julio se celebrase su mediática boda, Tamara Falcó ya se había planteado que su sueño de convertirse en mamá con Íñigo Onieva quizás va a necesitar un empujoncito porque, con 41 años, no es ninguna jovencita.
Hablando con una amiga, supo de la existencia de un tratamiento que podía ayudarla y que cuenta con la aprobación de la Iglesia católica, algo decisivo para alguien que celebró su despedida de soltera en el santuario de Fátima."Estoy con un método natural que se llama Fertilitas y mide tu cuerpo para asegurarte de que está bien", contó la hija de Isabel Preysler, que empezó a ponerlo en práctica antes de darle el "sí, quiero" al empresario madrileño, siete años más joven que ella.
Ahora se ha sabido que este método se llama naprotecnología, una ciencia reproductiva por la que se registran diversos biomarcadores del ciclo menstrual de la mujer –su duración, características del moco cervical, dolor abdominal y tipo de menstruación–, así como la temperatura basal y diversas analíticas.
Iñigo Onieva, de excursión por la costa de Cape Town
"Confío mucho en Dios y, si quiere que tenga hijos, los tendré"
A partir de esos datos, el ginecólogo diagnostica y establece un plan terapéutico para cada mujer, señalando los días de la ovulación más indicados para que se dé el embarazo.
"Te estudian el cuerpo y te dicen lo que necesitas. A mí me han dicho que estoy baja en vitaminas D y B", explicó Tamara sobre el sistema, que reconoció que era "muy laborioso, pero muy bonito".
Pese a la confianza que parece haber depositado en la naprotecnología, la marquesa de Griñón tiene claro que la intervención divina será el punto clave definitivo."Confío mucho en Dios y, si quiere que tenga hijos, los tendré", manifestó. De esas palabras podría deducirse que, por sus creencias religiosas, la marquesa no recurrirá jamás a la inseminación artificial o la fecundación "in vitro" porque no están aceptadas por la Iglesia.
Presentado como un método no invasivo, que trata la infertilidad como síntoma y no como enfermedad en sí misma, la naprotecnología fue ideada en los años 90 por el ginecólogo estadounidense Thomas Hilgers, del Instituto San Pablo VI de Omasha (Nebraska). Las clínicas privadas que la aplican en España la reservan exclusivamente para matrimonios. Se entiende que se refieren a las uniones heterosexuales.
Fertilitas, donde se está tratando Tamara, forma parte de la fundación católica Ciento por Uno y aseguran que en los tres años que llevan funcionando han tenido un 99,5% de eficacia en sus diagnósticos, afirmando que las causas de la infertilidad suelen ser múltiples. "Algunas parejas no logran el embarazo, pero al menos saben qué es lo que les pasa", dicen desde Fertilitas donde, si detectan patologías como endometriosis, ovarios poliquísticos o miomas, recomiendan recurrir a la cirugía.
Tamara está disfrutando muchísimo de su luna de miel.
Esperar tres meses para que las vacunas no le afecten
Pero, seguramente, habrá que esperar para ver si este método conceptivo desemboca en maternidad. Todavía de luna de miel, si Tamara hace caso a las recomendaciones de los ginecólogos, tendría que esperar tres meses para quedarse embarazada, ya que entonces habrán desaparecido los efectos de las vacunas que se ha puesto para viajar a África.
