Tamara Falcó ya tiene vestido: se reúne de urgencia en Nueva York con una importante diseñadora
Después de la polémica con su primer vestido, Tamara Falcó pone rumbo a Nueva York para conseguir su vestido de novia
La polémica del vestido de novia de Tamara Falcó ha pasado a la historia. Sí. La Marquesa de Griñón era captada el domingo en el aeropuerto de Madrid esperando a coger un vuelo que salió de la capital a las 16:20 de la tarde hacía Nueva York para reunirse con el equipo de Wes Gordon (director de la prestigiosa firma Carolina Herrera), tal y como adelantaba hace unos días el periódico El Mundo.
Europa Press ha sido testigo de cómo la hija de Isabel Preysler, que sigue sin vestido de novia tras la polémica con la primera marca, abandonaba su casa para dirigirse al aeropuerto y poner rumbo a su salvación. A las 15:08 de la tarde, la Marquesa abandonaba su domicilio con gafas de sol y luciendo una gabardina de lo más apropiada para el día de hoy, y se montaba en el vehículo que le esperaba en su puerta. Eso sí, sin equipaje, por lo que la visita a Nueva York va a ser corta.
Tamara Falcó ya habría llegado a un acuerdo por su nuevo vestido
Según han publicado algunos medios durante esta semana, Tamara ya tiene elegida la firma que diseñará su traje de novia. Y no es otra que Carolina Herrera, como se lleva días asegurando. Al parecer, y aunque no hay confirmación oficial por ninguna de las dos partes, la marquesa y la prestigiosa firma de moda de Puig habrían llegado ya a un acuerdo.
No hay mayor confirmación estas imágenes en las que podemos ver a la prometida de Íñigo Onieva llegar al aeropuerto para reunirse mañana mismo con el director de la firma y con todo su equipo para empezar a trabajar en su vestido de novia. Atrás quedó la polémica que ha revolucionado el país durante esta semana al quedarse sin firma que la vistiese en el día más importante de su vida.
Antes de irse a Nueva York, Tamara Falcó acudía a la boda de Lucía Domínguez Vega-Penichet y Álvaro Gomis, acompañada por su madre, Isabel Preysler, y su hermana, Ana Boyer. Muy sonrientes, las tres demostraron que están muy tranquilas y que el inconveniente con el vestido de novia no ha sido para nada un problema.