Aunque ella intenta aparentar normalidad en su día a día, lo cierto es que Paulina Rubio vive un momento complicado. Separada desde hace tres meses de Gerardo Bazúa, con el que tuvo a Eros, su segundo hijo, la cantante podría enfrentase a una batalla legal con su ex por la custodia del niño, que, en marzo, cumplirá un año. Por si fuera poco, también el que fuera su esposo, Colate Vallejo-Nágera, estudia llevarla a los tribunales porque ha incumplido el régimen de visitas con el pequeño Nico, de 6 años.