La dieta de la felicidad, 3ª entrega: eleva el optimismo
Nueva entrega de la dieta de tu Revista Pronto que te ayuda a levantar tu estado de ánimo, con útiles consejos y combinaciones de alimentos

Dieta portada
Ciertos alimentos pueden ayudarnos a recuperar la calma: a alejar las preocupaciones, a frenar los pensamientos negativos y a gestionar mejor el estrés. Anótalos en tu lista de la compra porque, cuando nos sentimos más tranquilos y optimistas, ¡todo son risas y alegrías!
Alimenta tus pensamientos positivos

Omega 3
1. Menos prozac y más Omega 3. Si te sientes dispersa y notas que la inquietud o el pesimismo te invade, trata de comer dos veces por semana pescado azul y otras dos moluscos o marisco. Y espolvorea sobre tus platos lino, chía o nueces. Te aportarán la cantidad de Omega 3 que necesitas semanalmente para pensar con claridad y desde la serenidad. Esta grasa esencial, que, por cierto, sólo podemos obtener a través de la dieta, actúa como un excelente tranquilizante natural.

Kiwis y fresas
2. Vitamina C, un chute de optimismo. La vitamina C reduce el cortisol, la hormona que se libera como respuesta al estrés. Niveles siempre altos de ese ladrón de la felicidad nos hacen comer con impulsividad y sentirnos más nerviosos e irritables. Un buen hábito que te hará gestionar el ajetreo del día a día con más entusiasmo y eficacia es comer dos piezas de fruta –kiwi, naranja, fresas, mango, etc.– y tres raciones de hortalizas –una de ellas cruda (gazpacho, ensalada, etc.)–. Verás cómo te concentras con facilidad, tienes mejores ideas y te notas mentalmente más ágil.
3. Sí a la fibra tipo ‘premium’. ¿Qué tienen en común las endibias, las alcachofas, los espárragos, el puerro, la cebolla, los garbanzos, el plátano o la manzana? Que aportan fibra prebiótica. Esta fibra alimenta las bacterias ‘buenas’ del intestino. Te lo creas o no, mantener a esos huéspedes bien satisfechos –con el estómago lleno y mucha vida social a su alrededor– reduce el riesgo de sufrir ansiedad y desánimo.
Alimentos que te restan capacidad para saborear la vida

Alcohol
1. Alto a las grasas de baja calidad. Abusar de ultraprocesados con grasas trans o hidrogenadas y de fritos a base de aceites refinados allana el camino a la inflamación crónica, la antesala del estrés, la ansiedad o la depresión. Reducir la toma de esas grasas "malas" es tan importante como garantizar el consumo de las buenas: aceite de oliva virgen, aguacate, pescado azul, frutos secos, etc.
2. Refinados: cuantos menos, mejor. El cerebro es un órgano sensible. No necesita los subidones de energía que le dan las harinas blancas, los cereales refinados o los dulces. Para pensar y sentirse bien, requiere el combustible estable que le proporcionan las harinas integrales, los cereales integrales y de grano entero, las legumbres o los tubérculos.
3. Modérate con el alcohol. La cerveza, el vino, etc. camuflan durante un rato la inquietud o la sensación de angustia, pero una vez se pasa ese efecto inicial, intensifican el malestar. Y, en exceso, deshidratan el cerebro y dañan la microbiota intestinal. ¡Mal asunto! Es mejor tomar agua y tisanas relajantes, como el rooibos.
Tus esenciales en la lista de la compra

Aceite de oliva
Manzana: Agregar manzana a la ensalada o al yogur, además de aumentar la absorción del magnesio, el mineral antiestresante por excelencia, alivia la tensión y las ganas de engullir dulces. Si los nervios se te "agarran" al estómago, ésta es tu fruta.
Pimiento rojo: Las hortalizas rojas son una bomba en vitamina C, indispensable para fabricar la hormona de la felicidad. ¡Vitalidad en estado puro! El pimiento reduce el estrés y combate algunos de sus efectos: grasa abdominal, fatiga, defensas bajas, etc.
Habas: Estas perlas de salud y bienestar son un "doping" natural. Y es que contienen una sustancia que el cuerpo utiliza para producir dopamina, el neurotransmisor del optimismo, la motivación y el impulso. ¡Que no falten en tus menús semanales!
Aceite de oliva virgen: El también llamado "oro líquido", con un poder antioxidante 10 veces superior al del té verde, es un aliado de la salud mental. Actúa como una eficaz medicina frente al estrés, la ansiedad y los estados pesimistas.
Tu menú para sentirte mejor

Desayuno dieta felicidad 3
BUENAS COMBINACIONES. Te damos ideas para que prepares menús que aporten serenidad y activen las emociones positivas. En las comidas y en las cenas, puedes sumar a estas propuestas un entrante 100% vegetal y una fruta de postre.

Comida dieta felicidad 3
Estas propuestas de comida te ayudarán a sentirte mejor.

Cena dieta felicidad 3
La cena tiene que ser más ligera que la comida.
Un día empieza y acaba bien si...

Dormir
Has dormido un mínimo de 7-8 h en horario nocturno y te vas a la cama con la digestión ya hecha y la habitación ventilada.
Optas por un desayuno salado. Así tendrás menos altibajos energéticos y cambios de humor.
En algún momento del día (ojalá sea a primera hora de la mañana), has hecho ejercicio al aire libre.
Comes sólo tres veces al día: desayuno, comida y cena. Esos ayunos cortos de 4-5 horas entre comidas obligan al cuerpo a hacer tareas de limpieza y reciclaje. ¡La mejor puesta a punto!
Te sientas a la mesa sin distracciones –ni móvil ni TV– y acabas la última porque ¡has degustado cada bocado!
Sólo cuando no puedes reprimirlo, optas por un tentempié proteico (yogur, frutos secos, huevo duro...).
Dejas pasar 10-12 horas entre la cena y el desayuno. Así, tu cerebro emitirá buenas vibraciones y te sentirás más activa.