Los mejores trucos para hacer albóndigas en salsa
Elaborar albóndigas caseras y triunfar con una salsa exquisita y en su punto será pan comido a partir de ahora. ¡Te revelamos los mejores trucos y consejos!
Anota los secretos para cocinar una salsa espesa y deliciosa con los siguientes trucos.
¿Cuántas veces has intentado hacer albóndigas caseras en salsa, pero no has conseguido la textura o la forma ideal? Las albóndigas en salsa es un plato ganador, por lo que vamos a descubrir los mejores secretos para que la receta nos salga a la perfección y vuelen en la mesa.
Como todo, cada receta tiene su qué y conseguir la jugosidad de la masa de la albóndiga es uno de los pasos más difíciles, pero vamos a desvelar sencillos trucos que podemos aplicar en nuestra elaboración para que las albóndigas estén en su punto.
Aunque aparentemente parece sencillo de cocinar, lo cierto es que es un plato universalmente más que aclamado, pero lograr un diez en esta receta no es tarea sencilla.
¡Sigue leyendo para descubrir los mejores trucos para cocinar albóndigas en salsa!
Truco 1: Escoge ingredientes de calidad
Consigue alimentos frescos y naturales para elaborar las mejores albóndigas.
Parecerá obvio, pero uno de los secretos para que las albóndigas en salsa queden jugosas es la calidad de los ingredientes, tanto de la carne o el pescado con el que decidamos elaborar esta receta, como el estado de las verduras o los productos que utilicemos para cocinar la salsa.
Si no vas a hacer esta receta para aprovechar carne o pescado que te ha sobrado de otro plato y lo que vas a hacer es comprar expresamente para elaborar la receta te recomendamos que busques la carne del tipo más grasa, por ejemplo, la carne de cerdo o utilizar las partes más melosas de la ternera.
Otro consejo a tener en cuenta a la hora de comprar la carne es asegurarte de que no haya estado congelada previamente, ya que de esa forma perderá sabor y nutrientes. Y, sobre todo, que no esté demasiado triturada, porque cuanto más manipulada esté, más seca y dura se pondrá a la hora de comerla.
Si decides hacerlas de pescado, te aconsejamos que las hagas a base de merluza, rape o bacalao, ya que son los pescados más suaves para elaborar las albóndigas.
Para hacer la salsa de nuestras albóndigas, elige ingredientes frescos como el perejil, cebolla, ajos, tomates, pimientos, según la receta que quieras seguir. Te sugerimos esta receta de albóndigas en salsa de champiñones, ¡exquisita!
Truco 2: Incorpora huevo y leche para aportar jugosidad
El huevo, la leche y el pan darán una textura muy jugosa a nuestras albóndigas.
Una vez tenemos todos los ingredientes sobre la mesa, llega la hora de la verdad. Preparamos un bol con leche y mojamos migas de pan, de esta forma, evitaremos que la albóndiga se deshaga al cocinarse.
Por otro lado, empezamos a elaborar la base de nuestras albóndigas mezclando la carne o el pescado que hayamos escogido, primeramente con sal, pimienta negra, ajo bien troceado para que no se note en el mordisco, perejil, un huevo, pero sin batir y, por último, la miga de pan empapada en leche.
Finalmente, amasa todos los ingredientes hasta que consigas integrarlos del todo y hayas formado una masa homogénea.
Truco 3: Deja reposar la masa el tiempo debido
No es imprescindible, pero para una jugosidad extra es necesario dejar reposar la masa en la nevera.
Uno de los errores más cometidos a la hora de elaborar albóndigas es no dejar reposar la masa en la nevera y es uno de los mejores trucos para que salgan deliciosas y cargadas de sabor.
Así que, una vez hayas integrado bien todos los ingredientes con la carne, envuelve el bol con un papel film y déjalo reposar en el frigorífico durante dos horas, de esta manera, la carne absorberá todo el sabor de los ingredientes.
Truco 4: Dale forma con la mano
No es necesario hacerte con utensilios específicos para darles forma a tus albóndigas.
Aunque en el mercado hayas visto infinidad de utensilios para darle forma a las albóndigas, como cucharones de acero inoxidable para darle forma redonda, o incluso una huevera, lo cierto es que esas herramientas no son imprescindibles para elaborar las mejores albóndigas en salsa.
Utiliza tus manos para darle forma a la masa (siempre tiene que tener una forma esférica) y hazlas más grandes o más pequeñas, a tu gusto, sin embargo, sí recomendamos que el tamaño sea el ideal para introducirse en la boca de un solo bocado.
Un truco para que no se te pegue la carne en las manos y se convierta en una tarea difícil, es ir humedeciendo tus manos con agua fría cada cinco o seis piezas o cuando notemos que se vuelve a quedar pegado.
Truco 5: Fríe a fuego lento
Cocinar a fuego lento será un acierto para cocinar el interior de la albóndiga.
Si hemos conseguido que nuestras albóndigas se hayan convertido en esferas, seguimos con el siguiente paso y truco y para que sigan conservando esa forma, solo tendremos que preparar un ligero rebozado y lo haremos añadiéndoles un poquito de harina y redondeándolas.
Calienta el fuego de la sartén, de modo que si introducimos las albóndigas con el aceite frío lo único que conseguiremos es que la masa absorba el aceite y queden deshechas. Con el aceite caliente, introduce las albóndigas y cocínalas a fuego lento, así lograremos que se cocinen bien por dentro y no se quemen por el exterior.
Puedes retirarlas de la sartén después de 2 o 3 minutos o cuando las veas doradas, pero ojo, si te excedes de tiempo se deformarán.
Apunta estos trucos para cocinar la salsa al punto
Cocina la salsa a fuego lento para que todos los ingredientes desprendan sus nutrientes.
El elemento que no le puede faltar a nuestras albóndigas es la salsa. Existen múltiples recetas de albóndigas con diferentes salsas, pero en Pronto.es siempre nos gusta recomendar la mejor, ¡así que no pierdas de vista esta deliciosa receta de albóndigas en salsa!
¡Anota estas recomendaciones para elaborar las mejores salsas para tus albóndigas!
1. Si eliges cocinar una salsa de tomate, el truco está en pelar bien los tomates, para no encontrarnos con las trazas en la salsa. Además, ten en cuenta que para hacer el sofrito, deberás pelar minuciosamente la cebolla y el ajo.
2. Elijas la salsa que elijas, te recomendamos que el sofrito se elabore en el mismo aceite sucio de haber freído las albóndigas en el paso anterior, porque de esta forma no perderá la esencia del sabor y, de paso, ahorrarás aceite.
3. Controla bien el espesor de la salsa, ya que es un fallo frecuente que quede demasiado líquida, pero si has caído en este error, no te preocupes porque espesarla es súper sencillo, ya que podemos añadir un poquito de harina de maíz diluida en agua fría e incorporarla a la salsa de las albóndigas poco a poco y removiendo hasta que espese.
4. Es importante cocinar la salsa con tiempo y a fuego lento para que todos los ingredientes aporten el máximo sabor.
¿Todavía no has probado a hacer estas albóndigas de cordero al romero? ¡Te ganarás todos los aplausos!