Receta de salmorejo: trucos para preparar este delicioso plato
Conoce las recomendaciones para elaborar un salmorejo cordobés de forma sencilla y en pocos minutos
Descubre los secretos para cocinar un rico salmorejo cordobés.
Uno de los platos más antiguos de nuestra propia gastronomía y que desde hace un tiempo podemos encontrarlo en restaurantes de alta cocina es el salmorejo cordobés.
De origen humilde, esta receta compuesta de verduras y pan conquista cualquier paladar. ¿Lo mejor de todo? Es un plato que puede servirse en cualquier estación del año, ¡y resulta muy económico!
Conoce aquí todos los trucos caseros que debes conocer para preparar el salmorejo más exquisito que hayas probado, ¡y todo desde tu cocina!
5 trucos para un auténtico salmorejo cordobés
Antes de adentrarte en la receta de salmorejo, ¡toma nota de las mejores recomendaciones para elaborar este plato tan exquisito!
1. Ingredientes frescos y naturales
Plato originario de la Andalucía más rural, el salmorejo cordobés, a diferencia de la porra antequerana (que incluye los mismos ingredientes, excepto el pimiento) se prepara, principalmente, a base de tomate, pan, ajo, pimiento verde, aceite de oliva y sal.
Si deseas preparar un salmorejo para cuatro personas, ten a mano entre siete y ocho tomates, medio pimiento verde, dos dientes pequeños de ajo, media barra de pan del día, 100 ml de aceite de oliva y una cucharada sopera de sal.
2. La peculiaridad del tomate
En particular, los tomates que mejor quedan en esta receta son los de rama, ya que aporta un sabor especial, aunque también puedes utilizar el de pera, que añadirá un color auténtico.
3. Cocina con ajos morados
Por otro lado, a la hora de incorporar el ajo, te recomendamos que sea de la variente morada, ya que aporta un sabor único y repite menos que otros tipos de ajo.
3. ¿Pan tierno o duro?
En cuanto al pan, seguramente hayas escuchado que este plato surge de una receta de aprovechamiento para no tirar el pan duro que ya no puede consumirse.
Lo cierto es que puedes aprovecharlo, aunque si quieres una textura inmejorable, nuestra recomendación es que utilices el pan del día, que todavía no ha perdido la humedad por el paso del tiempo y dejará una textura más agradable que la del pan seco.
4. El aceite que mejor le sienta
Un buen salmorejo cordobés no puede ser auténtico sin el aceite de oliva. Este componente, además de aportarle cuerpo a la mezcla, le da un sabor intenso que, mezclado con el tomate hace de este plato una auténtica delicia.
El aceite de girasol o cualquier otra variante no se emulsionará con la mezcla de la misma manera, estropeando así el plato no solo por la textura, sino también por el sabor.
5. ¡No olvides la guarnición!
Comer un salmorejo sin la guarnición que merece significa desperdiciar la autenticidad del plato. Desde atún, taquitos de jamón serrano, huevo frito o duro… ¡Hay para todos los gustos!
¡Ah, no olvides añadir en la superficie unas gotitas de aceite y utilizar el pan como cuchara!
El paso a paso definitivo
Lo ideal para que la textura quede lo más fina posible es retirar la piel de los tomates, así que que hiérvelos durante unos minutos en una olla, para después pelarlos con facilidad y déjalos enfriar.
Mientras, puedes remojar la barra de pan durante unos minutos para que su textura sea mas manejable y se mezcle a la perfección con el resto de ingredientes. A su vez, pela medio pimiento verde, pela los ajos y prepara medio vaso de aceite de oliva y una cucharada sopera de sal.
En un recipiente ancho y con altura, incorpora los tomates, el pan, el pimiento, los ajos, la sal y el aceite y tritura durante unos minutos.
Lo tendrás listo una vez la mezcla sea homogénea y no queden tropezones.
¡Ahora solo queda emplatar y añadir la guarnición a tu gusto!
¿Decidid@ a elaborar un salmorejo cordobés con nuestros trucos? ¡Te saldrá de rechupete y querrás repetir día sí, día también!