¿La luz azul afecta a tu estado de salud? Así puedes protegerte de ella
El gran aumento en el uso de dispositivos tecnológicos, que emiten este tipo de luz, tiene consecuencias que pueden ser perjudiciales para nuestro organismo. Te explicamos cuáles son y cómo ponerles freno
Los datos no mienten: en España hay actualmente más teléfonos móviles que habitantes y, según el Instituto Nacional de Estadística, casi el 60% de ellos también posee una tableta electrónica, cifras que aumentan prácticamente al 100% en el caso de que haya niños o adolescentes en el hogar. Estos dispositivos generan una luz azul que, en exceso, resulta perjudicial para nuestra salud. Ésta se encuentra presente también en los rayos del sol y puede llegar a ser beneficiosa si no se excede en su exposición. El problema radica en que a esa luz azul del sol debemos sumarle el tiempo que pasamos frente a los aparatos tecnológicos que, según los últimos estudios, se eleva a unas 74 horas a la semana, 18 más que las que empleamos en dormir. Y, si no seguimos una serie de recomendaciones para evitar esta sobreexposición, nuestra salud se resiente. Te contamos de qué manera.
La visión, la más perjudicada
Nuestros ojos no bloquean bien la luz azul, que pasa a través de la córnea y el cristalino y llega a la retina. Varias investigaciones relacionan los efectos nocivos de este tipo de luz tan intensa y directa con numerosos trastornos de visión.
Estrés y fatiga visual. También conocido como síndrome visual informático (SVI), se produce cuando los ojos pasan demasiado tiempo frente a un "smartphone" u otro tipo de pantalla, y es un trastorno que sufren dos de cada tres personas de entre 30 y 60 años. Sus síntomas principales son ojos rojos e irritados, fatiga y estrés visual, sequedad ocular, visión borrosa, dolores de cabeza, disminución de la frecuencia del parpadeo e incluso mareos y vértigos. Por otro lado, se ha demostrado que un exceso de luz azul aumenta los casos de ojo seco, que ya afecta a cinco millones de españoles, y potencia el desarrollo de la miopía.
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Transmisores de luz azul. Todos los dispositivos electrónicos y las lámparas de luz led emiten rayos de luz azul de forma intensa.
Degeneración macular asociada a la edad. Este trastorno es una de las principales causas de ceguera y, aunque suele darse en personas mayores de 60 años, cada vez afecta más a gente joven. La luz azul incide negativamente en las células que se encuentran en la mácula, un tejido sensible a la luz situado al fondo del ojo, que no posee capacidad de regeneración. Esta patología destruye lentamente la visión central, provocando dificultades para leer y visualizar los detalles más finos.
Provoca insomnio y trastornos del sueño
Nuestro cuerpo se rige por los ritmos circadianos (señales que le indican cuándo es de día y de noche, para descansar) y el abuso de pantallas por la tarde-noche altera estos ciclos de sueño. La luz azul que emiten hace que nuestro cerebro crea que aún es de día, lo que lo sobreexcita y retrasa la secreción de melatonina, la hormona del sueño, generando dificultades para dormir. Según un reciente estudio, el 28% de los adultos ha sufrido insomnio como resultado del uso de pantallas en la cama, dato que se eleva al 97% en el caso de los "millennials".
Menos sueño y de peor calidad. La sobreexposición a la luz azul a partir de las siete de la tarde no sólo puede provocar insomnio, sino que hace que nos despertemos más a menudo durante la noche y tengamos un descanso menos reparador.
Importante causa de insomnio. Exponerse a la luz azul de las pantallas más allá de las siete de la tarde altera nuestro ritmo de sueño y evita que podamos dormir.
Envejecimiento cutáneo
La piel es otra de las partes de nuestro cuerpo que más acusa los efectos nocivos de este tipo de luz, ya que suele provocar un estrés oxidativo en las células cutáneas que acelera su envejecimiento y potencia la aparición de arrugas prematuras.
Piel más seca y con manchas. Este tipo de rayos disminuye el colágeno y elastina de la dermis, provocando así hiperpigmentaciones y rojeces cutáneas, además de una deshidratación profunda al dañarse las proteínas que transportan agua a las células, lo que puede producir un deterioro en el efecto barrera natural de la piel.
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Su repercusión en otras patologías
El exceso de luz azul puede provocar una serie de trastornos metabólicos como aumento de peso, ya que afecta a la digestión, y al incremento de los niveles de glucosa en sangre, por lo que potencia el riesgo de sufrir diabetes. Por otro lado, un reciente estudio de la Universidad de Tokio ha relacionado las alteraciones del ritmo circadiano provocadas por la luz azul con el desarrollo de patologías como depresión, diabetes, hipertensión, obesidad y cáncer.
Verdadero o Falso
Las alteraciones que la luz azul provoca en nuestro organismo son invisibles y lentas, por lo que te irá bien conocer lo que hay de cierto en algunas creencias sobre sus efectos. Importante causa de insomnio.
La luz azul puede ser beneficiosa
Verdadero. Una correcta exposición a este tipo de luz, sobre todo si es luz azul-turquesa, con una longitud de onda más larga, aumenta la agudeza mental, ayuda a la memoria y a la función cognitiva, y eleva el estado de ánimo. Y según un estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido), disminuye la presión arterial, reduciendo así las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.
Usar protector solar nos protege de ella
Falso. Los dermatólogos avisan de que no basta con usar cremas faciales con un SPF alto, sino aquellas que indiquen claramente contener una formulación que proteja de la luz visible o luz azul.
Leer en tableta, mejor que en "E-book"
Falso. Las pantallas de los libros electrónicos, generalmente, están hechas de tinta electrónica, un material que imita el papel y, por lo tanto, no emiten luz y no agotan la vista del mismo modo que lo hacen las pantallas led de las tabletas.
La dieta ayuda a paliar el daño
Cuidarte a través de la alimentación te ayudará a combatir elementos externos negativos.
Verdadero. Se ha demostrado que comer alimentos ricos en Omega 3 y vitaminas A, C y E puede paliar los daños oculares causados por la luz azul. Los antioxidantes de las frutas y verduras tienen una importante capacidad para actuar de filtro contra algunos efectos nocivos de estos rayos.
Qué va bien y qué no para protegerse de la luz azul
Usa protectores de pantalla con filtros antiluz azul
Existen accesorios para todos nuestros dispositivos capaces de mitigar el impacto de la luz azul sin distorsionar la calidad de visionado. Úsalos siempre y baja el brillo de las pantallas o activa y regula los filtros de luz azul que vienen incorporados en la mayoría de aparatos tecnológicos.
Evita los dispositivos si hay poca luz ambiental
No es conveniente utilizar móviles y tabletas en recintos oscuros, ya que, cuando la iluminación es débil, las pupilas de nuestros ojos se dilatan, permitiendo la entrada de una mayor cantidad de luz azul.
Aplica la regla 20-20-20 para proteger tus ojos
Este truco, recomendado por expertos, consiste en apartar la mirada de la pantalla cada 20 minutos y mantenerla enfocada durante 20 segundos en un punto a una distancia de 20 pies (6 metros). Esto permite relajar nuestros ojos y que no acusen tanto la fatiga visual.
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Abandona el uso de la tecnología por la noche
Las pantallas y dispositivos electrónicos, mejor fuera del dormitorio.
No sólo debemos evitar el uso de pantallas y luces led unas horas antes de irnos a dormir, sino que es importante no tener ningún dispositivo electrónico en tu habitación. De este modo, mantendremos nuestro cerebro descansado para que recupere su ciclo de sueño natural.