Problemas en las encías: así puedes evitar sus riesgos
Un 50% de la población presenta una enfermedad periodontal. Aprender a prevenirlas y a detectarlas es fundamental para evitar, no sólo complicaciones bucales, sino también trastornos endocrinos y cardiovasculares
Echar un vistazo a nuestras encías puede decirnos mucho sobre nuestra salud. Te contamos cómo cuidarlas.
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.
Las encías son el tejido que da soporte a los dientes y su salud es determinante para el bienestar de éstos, pero también para el organismo en general. En la cavidad bucal conviven en equilibrio unos 100 millones de bacterias por cada milímetro de saliva, un equilibrio que, si se rompe, puede ser el origen de diversas enfermedades como afecciones pulmonares, trastornos cardiovasculares o diabetes.
Conoce los signos de alarma
Gingivitis. Es una inflamación de las encías que afecta a 8 de cada 10 españoles mayores de 35 años. Se produce por la acumulación de la placa dental, una película formada por bacterias y azúcares de la comida que ha de limpiarse diariamente.
• Sus síntomas suelen ser un enrojecimiento e hinchazón de las encías y/o sangrado durante el cepillado de los dientes o al comer. Puede haber dolor al tacto o mal aliento o notarse mal sabor de boca y otras veces pasar desapercibida.
Periodontitis (piorrea). Cuando la gingivitis no se trata puede derivar en esta enfermedad crónica y degenerativa en la que la inflamación se hace más profunda y puede alcanzar el hueso que aguanta los dientes y provocar la caída de piezas. ∙ Además de los síntomas de la gingivitis, pueden formarse bolsas en las encías, puede haber abscesos, una retracción de las encías o movimiento de los dientes. También puede presentarse dolor al masticar.
• Al igual que la gingivitis suele ser el resultado de una mala higiene bucal.
Boca en buen estado: qué hacer para evitar los principales problemas
Los posibles peligros de no tratar una enfermedad periodontal
Enfermedades respiratorias. Tanto la gingivitis como la periodontitis se relacionan con una mayor predisposición a sufrir neumonía, bronquitis y EPOC.
Enfermedades cardiovasculares. La piorrea puede doblar el riesgo de infarto. Las bacterias presentes en la placa dental tienen la capacidad de migrar hasta las arterias favoreciendo la formación de coágulos. Se ha establecido una relación entre el número de bacterias bucales patógenas y la evolución de la arteriosclerosis.
Señal de salud. Las encías deben presentar un color rosado. El enrojecimiento, el sangrado y la inflamación son signos de alarma.
Enfermedades inflamatorias. Tanto la gingivitis como la periodontitis suponen un sobreesfuerzo para el sistema inmunitario. Esta lucha contra una inflamación crónica podría derivar en una colonización de bacterias de la boca en el intestino causando inflamaciones intestinales e incluso podría estar relacionada con la artritis reumatoide, una enfermedad que se caracteriza por una inflamación excesiva que produce dolor y deformación de las articulaciones.
Diabetes. Las enfermedades en las encías pueden aumentar la dificultad para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Otras complicaciones. Algunos estudios relacionan las enfermedades periodontales con un mayor riesgo de osteoporosis y de parto prematuro.
Cómo abordar el tratamiento
La visita al dentista. Cuando hay sangrado, inflamación o enrojecimiento en las encías u otros signos de alarma este especialista debe valorar el alcance de la enfermedad.
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Pruebas diagnósticas. Para determinar si se trata de una gingivitis o de una periodontitis se pueden necesitar radiografías, un análisis microbiológico de las bacterias de la boca para pautar un antibiótico y un periodontograma, que evalúa el estado de los tejidos bucales buscando presencia de sangrado o inflamación diente por diente.
Eliminar la infección. Se realizará una limpieza en profundidad para descalcificar la placa dental y eliminar las bacterias a veces manualmente u otras veces mediante ultrasonidos. Se trata de un curetraje dental. Después, será necesario un seguimiento, extremar la higiene bucal diaria en casa y probablemente utilizar colutorios de clorhexidina. En casos más graves de piorrea puede ser necesaria una cirugía.
Evita los factores de riesgo
Alcohol. Incrementa las bacterias patógenas y favorece la periodontitis.
Tabaco. Fumar aumenta el riesgo de piorrea y puede dificultar su tratamiento.
Azúcar. Desequilibra la flora bucal, propicia la formación de placa dental y su acumulación en los tejidos de las encías inflamándolas. Aumenta el riesgo de periodontitis y puede dificultar su curación.
Saber prevenir. La higiene bucal diaria y las visitas anuales al dentista ayudan a prevenir las enfermedades de las encías.
Test: ¿Cómo están tus encías?
Colócate ante un espejo para revisar el color, la textura y el estado del tejido que rodean tus dientes. Después responde a estas preguntas que pueden orientarte sobre el grado de salud de tus encías.
¿Sueles mirar el aspecto de tus encías al cepillarte los dientes?
¿Tus encías están enrojecidas?
A: Sí.
B: No.
¿Alguna zona del tejido de la encía está hinchada?
A: Sí.
B: No.
¿Hay cierta retracción de las encías o alargamiento de los dientes?
A: Sí.
B: No.
¿Aparece alguna vez sangre con el cepillado o con el hilo dental?
A: Sí.
B: No.
¿La textura de la piel está blanda y poco firme?
A: Sí.
B: No.
¿Eres fumador?
A: Sí.
B: No.
Mayoría de respuestas A. Hay indicios de poder desarrollar una enfermedad gingival y más si fumas o no has visitado el dentista recientemente. Hazlo para salir de dudas.
Mayoría de respuestas B. Aunque parece que la salud de tus encías es buena visita al dentista anualmente y no descuides tu higiene bucal diaria.
Las 8 mejores medidas para una buena higiene bucal
Para prevenir la gingivitis y la periodontitis la limpieza diaria de la boca deber resultar eficaz y evitar la acumulación de bacterias patógenas y de placa dental en este tejido que rodea los dientes. Éstas son las prácticas a tener en cuenta.
1. Opta por un cepillo eléctrico. Es capaz de eliminar hasta 2,5 veces más la placa dental que el cepillo de dientes manual.
Los cepillos eléctricos son superiores a los manuales si se utilizan bien. Si tu boca te preocupa, es una gran inversión.
2. Cepíllate durante dos minutos. Es el tiempo necesario para una higiene bucal profunda y debe realizarse después de cada comida.
3. Utiliza el hilo dental. Para prevenir la gingivitis y la periodontitis es necesario usarlo al menos una vez al día. Permite extraer la comida que queda entre las encías y los dientes. También se puede recurrir a cepillos interdentales de distintas medidas o al agua a presión, aunque ésta suele ser menos eficaz.
4. Cambia el cepillo de dientes con asiduidad para evitar la acumulación de bacterias. Además, guárdalo bien limpio en un lugar seco.
5. Visita al dentista una o dos veces al año para una limpieza más en profundidad de la placa dental y revisar el estado de las encías.
6. Asegúrate de que tu cepillado es eficaz. Existen pastillas y líquidos que colorean la placa bacteriana. Se pueden usar antes del cepillado nocturno y de esta forma revelan su localización para facilitar su eliminación.
7. Enjuagues con aceite de coco. Pueden ser un complemento gracias a las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias de este aceite. Se mantiene en la boca unos cinco minutos y se escupe. Después, se enjuaga la boca y se lavan los dientes.
8. Tomar probióticos bucales. Pueden ayudar a reequilibrar la flora bucal, así como seguir una dieta rica en frutas y verduras y menos rica en proteínas de origen animal.