El cabello seco y castigado (teñido, poroso, etc.) es el que más se descontrola, dado que las escamas que lo recubren, en lugar de mantenerse selladas, están abiertas.Como resultado: la humedad se "cuela", llega al tallo central del cabello y se hincha. En ambientes húmedos (cerca del mar, lluvia, etc.), el pelo absorbe el agua que le falta y se alborota. La clave, por tanto, está en hidratarlo y sellar su superficie. ¡Aprende los trucos que te enseñamos en Pronto.es!