Alberto y Charlene de Mónaco: así es su impresionante palacio por dentro
Ahora se pueden ver los elementos decorativos que llevaban en restauración desde 2015
Tras dos años de cierre y casi siete de trabajos de remodelación, el Palacio de los Príncipes de Mónaco ha vuelto a abrir sus puertas al público. Durante la primera semana, los visitantes tuvieron unos anfitriones de excepción, los propios Alberto y Charlene, que guiaron a los turistas y comentaron de primera mano la rehabilitación que han experimentado las decoraciones de algunas estancias.
La renovación ha consistido en restaurar las pinturas del exterior y los interiores, entre los que destacan algunos frescos renacentistas de gran valor artístico como los existentes en las bóvedas de la galería de Hércules y los del salón del Trono.
Una fortaleza de 1215
La princesa Charlene se sintió muy cómoda en su papel de guía de lujo y se fotografió con muchos de los visitantes que, sorprendidos, se dieron cuenta de que en el precio de la entrada para admirar de nuevo los entresijos del Palacio Grimaldi (los adultos pagan 10 euros) venían incluidas explicaciones de la esposa de Alberto II.
El edificio que acoge el 'Palais Princier' se construyó en 1215 como fortaleza, hasta que la familia Real se hizo con él a finales del siglo XIII. Las mayores transformaciones tuvieron lugar en 1800, cuando la Revolución francesa lo convirtió en hospital militar. Tanto Raniero como Alberto emprendieron obras de mejora, respetando su estética y la fachada original.