Jordi Évole y su equipo han conseguido lo que parecía imposible: entrevistar al mismísimo Papa Francisco en El Vaticano. La entrevista fue una charla amistosa de 75 minutos en la que el Papa se mostró como un líder espiritual y político bien informado y muy cercano.
El Papa habló sin tapujos de su repulsa a quienes no dan una salida digna a los inmigrantes; de su repulsa a las concretizas de las vallas de Melilla o de su lucha por subsanar y evitar que se repitan los errores de la Iglesia en cuanto a la corrupción financiera y sexual.
Francisco pasó palabra en otros momentos, como cuando tras decir respecto a la homosexualidad que «si los padres ven cosas raras, deben llevar al niño a un terapeuta, pero nunca echarlo de la familia». Évole le espetó, «usted ha dicho "cosas raras", pero, cada vez para más gente, la homosexualidad no lo es».
En la entrevista hablaron hasta de Messi: «es un dios con la pelota en la cancha, da gusto ver cómo juega, pero no es Dios», dijo el Papa.