José Coronado: "No pienso en la jubilación porque amo demasiado mi profesión"

Cuando llegó a la ficción hace más de 35 años, a José Coronado casi siempre le tocaba interpretar papeles de galán; más tarde, los años no mermaron su atractivo, pero con las arrugas marcadas ya en su piel dejó la seducción para los más jóvenes y empezó a cautivarnos con personajes más complejos y maduros con los que en muchas ocasiones se pasó al lado del mal.

Ahora las canas le han dado al intérprete su primer papel de abuelo, con el que lo vemos en "Entrevías", la nueva ficción con la que el actor de 64 años ha regresado a las noches de los martes de Telecinco.

Su papel, el de Tirso Abantos, un exmilitar que sobrevive en su pequeño mundo de barrio rodeado de un entorno cada vez más hostil, cuya vida da un trepidante y peligroso vuelco cuando su nieta adolescente irrumpe de lleno en su vida.

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"Es un reflejo de la sociedad compleja en la que vivimos"

"Es una historia de amor en sus diferentes facetas, paternofilial, de abuelo y nieta, hay hasta un Romeo y Julieta maravilloso. También me gusta porque habla de los prejuicios y es un reflejo de la sociedad compleja y polarizada en la que vivimos hoy en día donde hay un choque de generaciones y de culturas, porque este barrio que hace años fue habitado por gente que venía del mundo rural hoy tiene mucha inmigración. No os la perdáis porque nos va a hacer a todos pensar cómo nos comportamos con los que no son iguales a nosotros. Es un orgullo estar aquí", nos dijo el actor.

Con este estreno, José ha empezado el año con buen pie, mejor que con el que terminó, pues nos confesó que acabó el 2021 confinado, con coronavirus. "Me he pasado todo el año currando y currando y justo en Nochebuena me pilló. Por otro lado, ¡son anticuerpos!", manifestó, optimista.

"Me preparo para lo que tenga que venir de la mejor forma posible"

PRONTO: Lo de hacer en la ficción de abuelo, ¿te va a preparar para la vida real?

JOSÉ CORONADO: No lo sé. Además, las familias no son como antes, ahora se forman por muy diferentes lazos, que no tienen por qué ser los de sangre, y las puedes querer igual o más. Pero yo me preparo para lo que tenga que venir de la mejor forma posible y sin que me quite la sonrisa.

P.: ¿Tú eres un hombre muy de barrio?

J. C.: Sí, sí. Yo nací en la plaza de Chamberí y tuve la suerte de poder vivir como niño esos juegos en la plaza sin móviles, con tu madre que te llamaba por el balcón para ir a comer. Yo todo eso lo guardo con mucho romanticismo y mucho amor, porque ahora no pasa nada de esto. Vivimos en celdillas, somos más hormiguitas.

Ha desestimado la idea de tomarse un año sabático

P.: Este año cumples 65 años.

J. C.: ¡Es que esto ahora va mucho más rápido!

P.: Y no asocias los 65 a la edad de jubilación, ¿no?

J. C.: No, porque amo demasiado mi profesión. Sí pienso en elegir un poco más y en poder tomarme más tiempo para la familia, para los amigos y para lo que no es el trabajo, que es mi gran amor y el que me mueve.

P.: ¿Cómo ves la evolución de la ficción desde que empezaste?

J. C.: Cuando entré en esta profesión hace más de tres décadas, la ficción estaba en la UCI y hemos ido subiendo hasta estar actualmente en un momento técnico y artístico en que se nos rifan en cualquier parte del mundo.

P.: ¿Qué proyectos tienes para este año?

J. C.: Tengo una película por estrenar con Cesc Gay y ahora empiezo otra serie.

P: ¿No te ibas a tomar unos meses sabáticos?

J. C.: Eso dije. Pero me han puesto un regalito, una serie de Netflix.

P.: ¿Y bien de salud? ¿Te estás cuidando más?

J. C.: Tuve un aviso (sufrió un infarto), pero no he cambiado hábitos de mi vida. Mentalmente sí me cambió en muchas cosas.