John Meyer era un joven pianista de 28 años cuando conoció a la famosa y pizpireta actriz Judy Garland en casa de un amigo en común, en Manhattan. Con ganas de impresionar a la que había sido una de las grandes actrices de Hollywood, Meyer le tocó al piano un tema que había compuesto y a ella le encantó.
También le gustó él, que se convirtió en su amante y la persona que la mantuvo durante los siguientes meses porque la madre de Liza Minnelli estaba en la más absoluta ruina.
"Ella creía que su vida era una fiesta, adoraba divertirse y disfrutaba de todo lo que hacía", explica.
No te pierdas, esta semana en la revista Pronto, el reportaje sobre los detalles de los últimos meses de vida de la protagonista de la inolvidable película «El mago de Oz».