Paloma Cuevas y sus planes de futuro sin Enrique Ponce

Paloma Cuevas es una mujer elegante, joven y atractiva de 47 años cuya vida ha dado un giro de 180 grados. La mujer de Enrique Ponce no contaba con que el verano de 2020 iba a ser cuando acabaría con un matrimonio que estaba a punto de cumplir las bodas de plata. Y es que el diestro y la empresaria se casaron el 25 de octubre de 1996, cuando todavía faltaban tres años para que naciera Ana Soria, la estudiante de Derecho que ha robado el corazón al de Chiva y con el que ha iniciado un intenso noviazgo.

Paloma Cuevas se aísla del mundo

Pocos planes se conocen a medio y largo plazo en la vida de la todavía esposa de Enrique Ponce. Lo que sí ha trascendido es el día a día de Paloma quien, según parece, no se deja ver demasiado. De hecho, permanece en la finca La Cetrina, que ha convertido en su refugio desde que saltara a la palestra la noticia de su separación y por supuesto, desde que día sí, día también, se difundan fotografías del padre de sus dos hijas con su nueva pareja, la almeriense Ana Soria.

El futuro incierto de Paloma Cuevas

Imaginamos que Paloma continuará con su faceta de empresaria atendiendo como hasta ahora su tienda de decoración infantil, Piccolo Mondo, en el exclusivo barrio de Salamanca en Madrid. Sin embargo, todavía hay muchos pasos que dar en esta separación, tanto de Paloma como de Enrique, y todo hace pensar que el divorcio no será “puro trámite”, si no, más bien un duro trance que no hay más remedio que atravesar.