Masaje facial: libera estrés y alisa las arrugas
El yoga y la gimnasia facial están de moda. ¿Tienes cinco minutos? Es el tiempo que necesitarás para alejar la tensión del rostro, relajar los rasgos y lucir una piel más joven y atractiva
Aunque la misma yema de los dedos ejerce un efecto relajante, los siguientes artilugios multiplican los efectos de los masajes manuales. Hazles un hueco en tu neceser porque dejan la piel relajada, más tersa y con un color saludable. Un halo de frescura y de luminosidad invadirá tu tez.
Rodillo de piedras preciosas. Son el secreto de belleza de Meghan Markle o Cindy Crawford. De jade, de cuarzo rosa o verde, etc., relajan la musculatura y, al favorecer el riego, mejoran la oxigenación. ¿Resultado? Dejan la piel más luminosa y lisa. La piedra más grande de uno de los extremos se utiliza en zonas amplias, como la frente y las mejillas, y la más pequeña del otro lado, en el párpado inferior o en la barbilla.
De metal. Otros "rollers" faciales se componen de dos cabezales circulares cubiertos, normalmente, con una aleación de zinc. Pasar el rodillo por todo el rostro y el cuello activa la estimulación de las fibras tensoras de la piel.
Piedras de masaje. También puedes valerte de una piedra de masaje de vidrio volcánico. Tiene formas muy estudiadas –ovalada, angulosa, etc.– para llegar a todos los rincones de la cara.
Yoga facial, sinónimo de piel descansada
Tanto si utilizas cualquiera de estos "gadgets" como si empleas tus dedos –tus manos son una poderosa arma "antiaging"–, sigue estos sencillos consejos.
La dirección. Realiza el automasaje haciendo suaves movimientos que vayan desde el interior del rostro hacia el exterior en un solo sentido. Es de suma importancia que los movimientos sean ascendentes para llevar la contraria a la fuerza de la gravedad.
La fuerza. Las maniobras deben ser suaves para no causar desplazamientos bruscos de la piel.
El momento. Realiza este masaje al principio o al final del día. Potenciarás los resultados si lo combinas con un exfoliante, un aceite facial, una mascarilla, etc.
Gym facial, otro gesto antiedad
Igual que los músculos del cuerpo se benefician del deporte, los del rostro necesitan tonificación. Aplica una generosa dosis de tu crema hidratante y ¡a entrenar!
Mirada más joven. Para elevar el párpado, sube las cejas al máximo, coloca tres dedos entre las sienes y el extremo de los ojos, presiona sin estirar ni desplazar la piel, intenta juntar los dos párpados contando hasta cinco y, a continuación, abre lentamente los ojos. Repite de tres a cinco veces. Acto seguido, estira suavemente con el dedo corazón los extremos de los ojos hacia las sienes. Aguanta durante 5 segundos y repite.
Boca más sensual. Hincha las mejillas como si fuesen un globo. Aguanta 5 segundos. Suelta el aire y pronuncia la letra "O" tan exageradamente como puedas.
Cuello firme. Coloca tus manos en horizontal en la base del cuello, mira hacia el techo y pon morritos. Después, gira lentamente la cabeza a derecha y a izquierda. Cuando llegues al tope, succiona los mofletes hacia dentro.
Sigue las líneas de la juventud
Para un efecto rejuvenecedor, dirige las yemas de los dedos o el masajeador facial desde el centro de la barbilla hacia los lóbulos de las orejas, siguiendo la línea del óvalo facial. Otros movimientos muy efectivos son los que van de la base de la nariz, el centro del labio superior y las comisuras de la boca hacia las sienes dibujando medias lunas. A continuación, resigue el hueso del pómulo con un sutil tecleo y, con ese mismo movimiento, dibuja un círculo alrededor de los ojos. Pellizca suavemente la línea de las cejas y, después, masajea la frente, desde el entrecejo hacia el exterior, subiendo hasta llegar al nacimiento del cuero cabelludo. Pinza la nariz con los dedos y, finalmente, reafirma la piel del cuello dirigiendo los movimientos desde el hueso de la clavícula hacia arriba.